Muchos pueblos de Cataluña todavía conservan recuerdos de una época pasada, motivo por el cual pasearse por los callejones de los varios municipios permite revivir varios momentos del pasado. En algunas localidades de las Tierras del Ebro, por ejemplo, todavía quedan marcas a las paredes de las casas de los tiroteos de la guerra civil española. Ahora bien, con el paso del tiempo, cada vez es menos frecuente encontrar recuerdos del pasado en pueblos y ciudades, especialmente estructuras de hace siglos o, incluso, más de un milenio. El pueblo donde todavía se pueden observar vestigios otras épocas, y el cual es considerado uno de los más antiguos del territorio catalán, es Ullastret, un pequeño de municipio de poco más de 250 habitantes del Baix Empordà, declarado bien cultural de interés nacional.

Este pueblo está situado a la orilla del río Daró y todavía mantiene su estructura medieval, con un conjunto de murallas que rodean el núcleo de la población, conformado por un entramado de calles estrechas y bastante empinados. Su historia, pero, no empieza en la época medieval, sino que las primeras informaciones sobre Ullastret -antiguamente con otro nombre- se remontan siglos atrás. En la época prerromana había habido dos villajes ibéricos de la tribu de los indicets a la zona de Ullastret: Puig de San Andreu y la Isla de en Reixac. Las diferentes excavaciones que han realizado los arqueólogos en este territorio, donde han podido recuperar vestigios y restos óseos de un tiempo pasado -recogidas al Museo Arqueológico de Cataluña-, han permitido determinar que se podría tratar de uno de los poblados prerromanos más grande que se estableció en Cataluña.

En aquella época, pero, el pueblo no llevaba el nombre con que se conoce hoy en día. De hecho, el primer documento que registra el municipio como Ullastret fecha del año 899. Se trata de un documento dentro del condado de Ampurias que habla de la villa de Ullastret, de las vilas de Vellosas y Castellar -las antiguas poblaciones íberos- y de las iglesias de Sant Pere y Sant Joan. Tres villas independientes y dos iglesias que, con el paso del tiempo, se han convertido en un solo pueblo.


La ciudad íbera más grande de Cataluña

El peso histórico de Ullastret recae en su época íbera, puesto que los yacimientos encontrados han demostrado que el poblado del Puig de San Andreu junto con la villa vecina de la Isla de en Reixac conformaron una única población. Concretamente, Ullastret fue capital de la tribu llamada indigetsindiketes -según las escrituras antiguas. Las excavaciones que se han realizado en este yacimiento desde su descubrimiento han permitido descubrir restos óseos del período calcolítico, la etapa que compran entre el 3000 y el 1700 a. C.. Unos restos, pero, que no han resultado suficientes para determinar que se hubiera establecido un poblado de esta época. Ahora bien, otros hallazgos arqueológicos, en este caso de varios materiales, sí que ha permitido determinar que el primer asentamiento prolongado -que se tenga conocimiento- de la zona se produjo durante la edad de hierro, es decir, el siglo VII a. C.

Hoy en día, El yacimiento constituye una de las sedes del Museo de Arqueología de Cataluña, que lleva por objetivo conservar, investigar y difundir los vestigios de época de los íberos. A banda, cada año también se celebra el Festival Indika. Ullastret, una cata íbera para dar a conocer la cultura de la época y su gastronomía. Dos muestras diferentes que intentan trasladar la vida de una época pasada a los curiosos y amantes de la historia.


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