Cataluña es un país que esconde rincones y pueblos dignos de postal. Más allá de los grandes destinos de costa, que enmarcan las casitas blancas de pescador en el agua cristalina del Mediterráneo, el interior del territorio también está lleno de municipios montañosos ideales para hacer una escapada de fin de semana, ya sea en familia o con amigos. Este es el caso de Granera, un pequeño pueblo de la comarca del Moianès con poco más de ochenta habitantes, según los datos del último censo municipal realizado por la administración catalana. Esta villa está situada al sur de la comarca, motivo por el cual hasta el año 2015 formó parte del Vallès Occidental, momento en que la comarca se dividió para dar vida a la división territorial del Moianès.

El pueblo de Granera -antes considerado como territorio- aparece documentado por primera vez en el año 898 en un documento que hace referencia a la masía del Carner, que pertenecía a la parroquia sufragánea de Sant Julià d’Úixols -la cual tuvo mucha importancia en los primeros pasos del municipio. En aquella época, Granera aún no era un conjunto de casas tal como lo conocemos hoy en día, sino que era simplemente un conjunto de masías diseminadas por el territorio. En la edad media, en el año 941, apareció por primera vez registrado su castillo, del cual, hoy en día, se conservan algunos restos. Es alrededor de este mismo castillo, que perteneció desde sus inicios al condado de Manresa, que se comenzó a articular lo que más adelante se convertiría en el municipio de Granera.

El crecimiento del pueblo

Poco a poco, este pequeño pueblo fue aumentando de habitantes. De hecho, el político español Pascual Madoz ya apuntaba en su obra titulada Diccionario Geografico, publicada en el año 1845, que Granera tenía cerca de 40 casas por aquella época. Una cifra que se traduce, según indica la misma obra, en 37 vecinos —cabezas de casa— y 163 almas —es decir, habitantes. A mediados del siglo XIX, el pueblo fue aumentando rápidamente de habitantes, hasta el punto de registrar casi 450 habitantes en el año 1857. Ahora bien, este incremento de la población usual del municipio no fue muy sostenido, ya que a principios del siglo XX —en el año 1910—, la población ya se había reducido hasta 269 habitantes.

El momento de cambio más significativo para la evolución demográfica del pueblo ha sido la Guerra Civil española, especialmente la dura posguerra de los primeros años de la dictadura franquista. Mientras que a principios del siglo pasado había más de 250 habitantes en Granera, los datos censales de 1940 indican que la población se había reducido casi a la mitad, con 146 habitantes. Una tendencia a la baja que se mantuvo hasta que en el año 1981 tocó fondo, con solo 54 habitantes en el municipio. Desde entonces, la demografía de la villa del Moianès ha ido variando cada pocos años, con épocas en las que se han vuelto a rozar los 160 vecinos —como a mediados de la década de los 90—, pero también con épocas en las que la población se ha reducido drásticamente hasta 59 habitantes. En estos momentos, el pueblo tiene 83 vecinos registrados.

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