La relación entre los catalanes y Rodalies no es buena. Los retrasos constantes y las incidencias han ido limando, despacio, los ánimos de la población catalana, y más de los usuarios que tienen que coger cada día el transporte ferroviario para ir a trabajar. El gran robo de cableado de cobre que se produjo el pasado mes de mayo a la estación de Moncada -coincidiendo con la celebración de las elecciones catalanas del 12 de mayo- dejó varias líneas de Rodalies en jaque, convirtiendo el trayecto de la R3 y la R4, entre otros, en una auténtica odisea. Desde entonces, la red ha recuperado la normalidad, pero la tensión continúa vigente. Este sábado por la mañana, un nuevo intento de robo de cableado de cobre que ha causado afectaciones entre las estaciones de Tarragona y Torredembarra ha hecho reavivar el malestar de los usuarios con Rodalies.
La operadora ferroviaria catalana ha notificado la incidencia a través de una publicación en sus redes sociales, donde también ha asegurado que los técnicos de Adif -que todavía se encargan de la gestión de la infraestructura de trenes catalana- ya estaban trabajando para intentar minimizar las consecuencias de la afectación, que a pesar de que no ha interrumpido el servicio, sí que ha «incrementado» el tiempo de espera. A raíz de la incidencia, pero, algunos usuarios han aprovechado la ocasión para dejar patente su malestar: «Estamos hartos de los robos, primero en Moncada y ahora en Tarragona» o «cada día la misma historia«, exclaman en las redes sociales.
⚠️Nuevo intento de robo de cable entre las estaciones de Tarragona y Torredembarra
👉Este hecho puede incrementar el tiempo de recorrido en el tramo afectado
🚧Técnicos de Adif trabajan en su resolución pic.twitter.com/hgj9yeeozr
— Cercanías Cataluña (@rodalies) July 27, 2024
Cableado de cobre, un punto débil de Cercanías
Estos intentos de robos de cableado de cobre, que en algunas ocasiones se acaban completando, cosa que ocasiona consecuencias más graves que las de este sábado, son uno de los grandes problemas del servicio de Rodalies. El último robo de Moncada, el cual paralizó el servicio a buena parte de Cataluña y abrió un conflicto entre los responsables del cuerpo de Mossos d’Esquadra, la consejería de Territorio y el gobierno español, comportó una inversión de quince millones de euros para reparar los desperfectos.