El Ministerio de Sanidad, encabezado por la ministra Mónica García, continúa avanzando en la reforma del sistema sanitario público del conjunto del Estado español. Tal como detalló la responsable de la cartera la semana pasada, el gobierno español está negociando con los principales sindicatos del sector un nuevo marco estatutario de relaciones laborales que permita mejorar las condiciones de los profesionales. Un nuevo marco que, entre otros, plantea el fin de las guardias de 24 horas que realizan los profesionales sanitarios, las cuales se sustituirían por una jornada máxima de 17 horas. Un planteamiento que, aparentemente, debería convencer al sector. Las propuestas de cambio de la Moncloa también ponen sobre la mesa modificar la exclusividad de los trabajadores. Es decir, que los puestos directivos, como los jefes de servicio, no puedan compaginar el trabajo en la sanidad pública con otros empleos.
El borrador de modificaciones elaborado por el ejecutivo de Pedro Sánchez, sin embargo, no ha cumplido con las expectativas sindicales: «El Ministerio opta por la imposición, la prohibición y las restricciones«, exclaman los principales sindicatos médicos de Cataluña, Madrid y el País Vasco -el sindicato de Médicos de Cataluña, la asociación de médicos y titulados superiores de Madrid (AMYTS) y el sindicato médico de Euskadi- a través de un comunicado conjunto elaborado tras «una lectura minuciosa» del nuevo estatuto marco planteado por el gobierno español. Las tres organizaciones sindicales, mayoritarias en sus respectivos territorios, consideran que los cambios planteados para las guardias complementarias de los trabajadores son completamente insuficientes. De hecho, aseguran que son «sumamente dificultosos» de implementar, ya que el mismo marco estatutario permite a las administraciones sanitarias alegar «razones organizativas o asistenciales» para mantener las guardias «como hasta ahora»: «Se continúa perpetuando la esclavitud de la jornada complementaria, ya que se mantiene en los mismos términos singulares y lesivos para el profesional médico», afirman con contundencia.

Malestar sindical por la propuesta de la Moncloa
Para las tres agrupaciones de médicos, este borrador de modificaciones laborales del sector «hace caso omiso» a las «demandas y reflexiones» que el sector sanitario ha puesto sobre la mesa de la administración española: «En lugar de ofrecer una mejora inequívoca de las condiciones de trabajo para que la sanidad pública sea el ámbito profesional de referencia y polo de atracción de talento, el ministerio opta por la imposición, la prohibición y las restricciones con el objetivo de tener atados de manos a los profesionales», argumentan. Más allá de los cambios planteados en las guardias de los profesionales del sector, los principales sindicatos médicos del Estado español también cargan contra la exclusividad del ejercicio profesional para los jefes de servicio, ya que advierten que puede acabar siendo «contraproducente» para el sistema sanitario público: «La exclusividad obliga a elegir y, teniendo en cuenta la infradotación de recursos del SNS, que conduce en muchos casos a la precariedad, la presión asistencial y el agotamiento, no serán pocos los facultativos que se plantearán el ejercicio en el ámbito privado«, lamentan.
En esta línea, las principales organizaciones sindicales de médicos también critican el establecimiento «por la vía de la imposición» de la dedicación exclusiva al SNS durante los cinco años posteriores a la obtención de título de especialista: «Es una coacción intolerable de la libertad profesional que condiciona la carrera de los médicos jóvenes para retenerlos por la vía del castigo y no de la motivación y la ilusión», aseveran. Por todos estos motivos, las tres entidades de trabajadores reclaman una nueva vía de negociación con la administración española que les permita defender la «singularidad de la profesión» en cada territorio, cada uno de los cuales debe tener la capacidad de negociar de manera directa y segregada sus propias condiciones laborales y profesionales«, argumentan. Así pues, los primeros pasos en el nuevo marco estatutario del ministerio español no apagan el conflicto con el sector, que reclama poner fin a la «política de puño cerrado retrógrada e inefectiva» del gobierno de Pedro Sánchez y exige un nuevo encuentro con la titular de la cartera de Sanidad para acercar posiciones con la rama social del sector sanitario.