Dormir es una actividad que ocupa prácticamente un tercio de nuestro día (si se siguen las recomendaciones de las autoridades sanitarias) y, por lo tanto, es muy importante hacerlo de la manera más adecuada. Mucha gente da importancia al tipo de colchón, a la forma y densidad de las almohadas o a la organización de la habitación para asegurarse un buen descanso, pero también hay que tener en cuenta la compañía, especialmente en el caso de las mujeres, ya que hay varios estudios que muestran que son más vulnerables al insomnio. Dormir sola o acompañada es una pregunta que cada vez se plantean más mujeres en todo el mundo y la ciencia ofrece diversas respuestas bastante predecibles y una muy sorprendente.
En España, entre un 20% y un 48% de los adultos tienen problemas para dormirse o para dormir de un tirón durante toda la noche y solo en un 10% de los casos se debe a un trastorno crónico del sueño, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). El problema más habitual es el insomnio. En muchas ocasiones los problemas para dormir los provoca compartir cama con la pareja y es por eso que cada vez es más frecuente lo que se denomina divorcio del sueño: parejas que optan por dormir separadas para buscar un mejor descanso nocturno. En Estados Unidos, por ejemplo, un tercio de las parejas han optado por esta opción que parece sacada de otro siglo. Los motivos pueden ser diversos, como que la pareja ronca o tiene unos hábitos de sueño poco saludables.
Hay pocos estudios que analicen los efectos de dormir solo o acompañado cuando convives con la pareja, pero algunos muestran que dormir separados es una opción que se debe tener en cuenta, aunque no sea para todos. En el caso de convivir con una pareja –habitualmente hombre– que ronca mucho, un estudio de 2017 muestra que tienen tres veces más posibilidades de tener problemas para dormirse y de dormir de un tirón. También tenían el doble de posibilidades de experimentar fatiga y somnolencia durante el día.
Las mujeres tienen más problemas para dormir acompañadas
Varios estudios muestran que las mujeres son más vulnerables al insomnio que los hombres. Por ejemplo, las mujeres son más sensibles a los movimientos en la cama de la pareja que los hombres. Según Lauren Hale, profesora de medicina preventiva y comportamiento del sueño en Stony Brook Medicine, asegura que los movimientos involuntarios durante el sueño pueden despertar varias veces a la pareja a lo largo de la noche. Los hombres también son más propensos a roncar y las mujeres tienen más probabilidades de despertarse a media noche y tener una peor calidad del sueño cuando duermen con un hombre que ronca. Con todo, los investigadores no pudieron demostrar que la calidad del sueño mejorara en el caso de las mujeres que dormían solas, pero sí detectaron que se despertaban mucho menos.
También hay estudios que muestran los beneficios de dormir en pareja, en especial el confort y la seguridad emocional que proporciona pasar la noche al lado de la persona que amas. Los expertos remarcan que tanto las relaciones sexuales como las muestras de afecto ayudan a producir oxitocina, una hormona que produce un efecto calmante y relajante. Hay mucha gente que necesita este contacto y seguridad y tienen una calidad del sueño más alta. Pero, una vez más, cada caso es un mundo y cada pareja debe buscar la solución que más le convenga.
Dormir sola o acompañada: la respuesta más sorprendente
De todos los estudios sobre los beneficios de dormir solo o acompañado, el más sorprendente es el que realizaron investigadores del Canisius College, una universidad privada de Estados Unidos. Su investigación demostró que las mujeres duermen mejor cuando comparten cama con su perro. En una encuesta a casi un millar de mujeres estadounidenses, el 55% de las mujeres respondieron que dormían con su perro y el 31% lo hacían con al menos un gato. El 57% también explicó que dormía acompañada de su pareja humana. Los resultados del estudio mostraron que los perros que dormían con su propietaria molestaban menos que la pareja y proporcionaban una sensación de confort y seguridad superiores.
Las propietarias de perros también se iban a dormir más pronto y eran capaces de mantener un hábito de sueño más estricto. “Tener un perro y las responsabilidades asociadas pueden ayudar a que los individuos sean capaces de mantener una rutina más estricta”, dice el estudio. Mantener un hábito de sueño consistente puede ser beneficioso para los propietarios de perros”. En cambio, el estudio mostró que los gatos pueden tener comportamientos tan disruptivos como los humanos y que proporcionan menos sensación de confort y seguridad que los perros e incluso que los humanos.

