Una detención y un jilguero recuperado. Este es el balance de la curiosa detención practicada por los Mossos d’Esquadra el pasado viernes en Banyeres del Penedès. Según fuentes policiales, los hechos se registraron hacia las tres cuartos de siete de la mañana cuando las unidades de tráfico recibieron por el sistema Ecall -el elemento de seguridad pasiva que permite al automóvil marcar él mismo el 112 y solicitar los servicios de emergencia en caso de accidente- un aviso de emergencia.
En concreto, el aviso telemático alertaba de que un vehículo se había quedado sin gasolina en medio de la AP-7, a la altura de Banyeres del Penedès. En principio, era una actuación relativamente rápida. Pero la sorpresa surgió cuando llegaron los Mossos y vieron a dos hombres sentados dentro del vehículo. Uno en el asiento del copiloto y el otro en la parte trasera del vehículo. Ambos absolutamente borrachos. Una vez identificados, la policía descubrió que ninguno de los dos tenía el permiso de circulación vigente, ninguno de los dos tenía puntos en el carnet.

¿Quién conducía el vehículo?
Ahora bien, era necesario saber quién había conducido el vehículo hasta quedarse sin gasolina en el kilómetro 214 de la autopista. «Después de algunas gestiones, el hombre que estaba agachado en el asiento trasero confesó que él era el chofer», explica la policía. Inmediatamente, lo sometieron a las pruebas de alcoholemia que confirmaron la evidencia: el resultado fue positivo con una tasa de 0,65 mg/l. El hombre de 38 años, fue detenido como presunto autor de los delitos de conducción bajo los efectos del alcohol y hacerlo con el permiso suspendido por pérdida de puntos. La policía lo puso a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia del Vendrell.
Ahora bien, aquí no acabó la cosa. Los dos hombres, especialmente el que confesó haber conducido, escondían con fruición y poca destreza una jaula tapada con una manta en los asientos traseros. Finalmente, al quitar la manta comprobaron que contenía un jilguero, a priori, capturado ilegalmente. Los agentes intervinieron el ave, la entregaron a la Unidad Regional de Medio Ambiente de Tarragona (URMA), encargada de tramitar la correspondiente denuncia por tenencia de este tipo de aves fringílidas sin disponer de autorización para la captura. El ejemplar ya ha sido entregado a un centro para la recuperación de fauna salvaje autóctona.