El impacto de la DANA en el País Valencià ha encendido todas las alarmas en Cataluña. La posibilidad de que un temporal de tales magnitudes golpee Cataluña y deje las mismas imágenes aterradoras ha provocado que el Govern de la Generalitat de Catalunya tome cartas en el asunto y exigirá planes para prevenir inundaciones en todos los municipios de Cataluña. Los efectos de la DANA han hecho recordar a Cataluña las inundaciones del Vallès en el año 1962 o las del Llobregat-Bages en el año 1971, lluvias que afectaron gravemente a la nación catalana.
El punto de partida para la actuación del Govern es el informe Riskcat y el Plan Inuncat, que establecen las bases para actuar en caso de que se produzcan inundaciones. En Cataluña hay un total de 947 municipios, de los cuales 521 tienen la obligatoriedad de tener un Plan de Actuación Municipal (PAM) por riesgo de inundaciones. Pero más de la mitad de estos municipios (225) no disponen de estos planes de inundación.
Los mapas de la Generalitat de Catalunya ofrecen indicadores que marcan la peligrosidad, el riesgo de inundación y los daños potenciales que puede suponer un episodio atmosférico como este y señalan estos 521 municipios que deben tener un PAM por riesgo de inundaciones. De estos municipios, sin embargo, solo 225 disponen de un plan que esté actualizado y homologado por las administraciones catalanas. De los 296 que no tienen el plan en vigor, 58 ni siquiera han redactado nunca el proyecto de PAM, mientras que los 238 restantes no lo han actualizado. Uno de los ejemplos claros es el de Sant Jaume d’Enveja, en el tramo final del río Ebro, que tiene un riesgo ‘muy alto’ de inundación y cuyo plan municipal por riesgo de inundación está ‘pendiente de revisión’.
¿Cómo se sabe si un municipio debe tener un PAM por riesgo de inundaciones?
El Plan Inuncat, el plan de la Generalitat que dispone de «una planificación de emergencias que permita afrontar y gestionar eficazmente las incidencias y emergencias que se puedan producir por inundaciones», marca diversas variables a la hora de categorizar los municipios. Lo primero que se debe establecer es qué nivel de riesgo por inundación tiene cada municipio.
¿Qué municipios tienen la obligatoriedad de tener un PAM por riesgo de inundaciones? Todos aquellos que tienen un nivel de riesgo por inundaciones del municipio muy alto, alto o medio, junto con los municipios «que puedan verse afectados por un posible mal funcionamiento o rotura de una balsa o una presa en un plazo de tiempo inferior a las dos horas». En cambio, los municipios a los que se les recomienda tener un PAM por riesgo de inundaciones son aquellos en los que hay un riesgo moderado, mientras que aquellos con un riesgo bajo no tienen que redactar ningún Plan de Actuación Municipal.

Geografía, construcción y medio ambiente
La situación de riesgo por inundaciones no aparece porque sí, sino que los expertos con los que ha conversado El Món señalan que la urbanización desmesurada y la cultura del ladrillo y el cemento han provocado un aumento del riesgo para la población de Cataluña. El doctor Albert Santasusagna Riu, profesor lector y coordinador del Máster de Planificación Territorial y Gestión Ambiental de la UB, señala que el riesgo de sufrir inundaciones desastrosas «existe y existirá» y señala un problema en la cultura de la construcción, ya que se ha «urbanizado de forma intensa las zonas inundables.»
El diagnóstico de Santasusagna también lo comparte Francesc Muñoz, director del Observatorio de la Urbanización de la UAB: «Si superpones el mapa de autopistas y carreteras» a un mapa geográfico y de poblaciones muestra que «hemos urbanizado el territorio sin mirar alrededor», alerta. «Debemos aceptar que estamos más expuestos a eventos sobre un territorio que está edificado de manera inadecuada», sentencia Muñoz. De hecho, señala que si miramos el mapa donde se produjeron las riadas del año 1982 en Valencia y se compara con el de infraestructuras y las actuales riadas podemos encontrar «la A7, la AP7, la A3, las carreteras comarcales, regionales y la línea de AVE», una construcción de infraestructuras en una zona en la que se han producido riadas. «Lo entiendes todo perfectamente», asegura Muñoz.

Santasusagna explica que en Cataluña «las zonas donde hay más riesgo de inundación son, lógicamente, las comarcas y municipios que siguen nuestros ríos, y que se ven afectadas por los diferentes períodos de retorno (10, 100, 500 años)» y destaca como ‘puntos calientes’ «el tramo final del Ebro y el delta, los arroyos litorales y prelitorales y las zonas pirenaicas». Precisamente la zona del litoral es una de las que más riesgo tiene. Muñoz señala que «desde los años 80 se ha dispersado la población a ciudades intermedias» y pone énfasis en el hecho de que, en la demarcación de Barcelona, la construcción de vivienda «desde 1985 a 2005 sale a casa unifamiliar por hora». Esta litoralización supone que se construyan infraestructuras para conectar estas ciudades y el director del Observatorio de la Urbanización de la UAB señala que «tenemos infraestructuras en la costa porque tenemos las ciudades en la costa, todo el crecimiento urbano y poblacional se concentra en las costas y no en el centro y las infraestructuras y equipamientos, todo lo que necesitas, acaban concentrados donde tienes más población».