Así lo ha confirmado la portavoz del Gobierno de la Generalitat de Cataluña, Patricia Plaja, quien ha calificado la situación de «crítica». La situación de los embalses de Cataluña, ha explicado Plaja, que lejos de mejorar, lo que hace es empeorar, puesto que presentan una tendencia decreciente de sus reservas de agua.
De hecho, Plaja ha destacado que «es casi imposible poder evitar entrar en estado de emergencia, lo que sí podemos hacer es atrasarlo días o semanas». Algo sobre lo que ha puesto énfasis en la población civil de Cataluña, puesto que para ir atrasando la entrada en el estado de emergencia por sequía depende de «la capacidad que tengamos de generar agua y la que tengamos de ahorrar agua todos y cada uno de nosotros, tenemos que ser conscientes de dónde estamos y dónde estaremos, y trabajar juntos«.
El mes de enero, clave
El peso ha recaído sobre las lluvias que puedan caer sobre el territorio catalán durante el primer mes del año, pero la realidad, tal como lo ha explicado la portavoz del Gobierno es complicada, puesto que la falta de precipitaciones durante el 2023 está pasando factura en Cataluña. «Si no hay aportaciones de lluvias durante este mes de enero, y no digo de lluvias, sino de mucha lluvia, entraremos en estado de emergencia en las próximas semanas.» Y es que todas las previsiones con las cuales trabaja la Generalitat apuntan que se entrará en estado de emergencia.

Los embalses en situaciones críticas
El sistema Ter-Llobregat, tal como ha informado Plaja en la rueda de prensa, se encuentra en una situación muy delicada, puesto que se encuentra al 17% de su capacidad. Unos datos que se unen a las publicadas ayer por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro, unos datos que mostraban que los embalses del Ebro se encontraban por debajo de la media de los últimos cinco años y se encuentran al 62% de su capacidad.