El Ayuntamiento de Girona ha conseguido que establecimientos del Barrio Viejo, el Eixample y Santa Eugènia rotulen en catalán haciendo mediación con los propietarios. Todo empezó a principios de año, cuando una cadena de ropa y complementos de hogar de bajo coste anunció su apertura en la capital gerundense en castellano. Las redes sacaron humo y se llenaron de comentarios negativos, el que provocó que el consistorio de la ciudad entrara en el juego y contactara con la empresa. La situación se recondujo pocas horas después, cuando desde la concejalía de Lengua Catalana, Nuria Riquelme, se habló con responsables de la empresa. Y el día siguiente mismo, los carteles ya se sustituyeron por otros; esta vez, en catalán.
Riquelme, explica que la apuesta por el diálogo y «la complicidad» es más efectiva que la vía punitiva en la hora de avanzar hacia la normalización. Entre los negocios que han incorporado el catalán a los carteles y documentos hay bares, restaurantes, peluquerías y centros de manicura. En paralelo, el ayuntamiento también envía una carta a todos los negocios que se abren en la ciudad -de media, son una treintena cada mes- recordándolos que tienen que cumplir la Ley de Política Lingüística y poniéndose a su disposición por si los hace falta asesoramiento o necesitan hacer traducciones.

Es un trabajo de hormiguita, como concreta Riquelme, que se ha hecho con discreción y «buscando la complicidad» de los propietarios. «No tan solo los explicamos que tienen que cumplir la ley, sino que también les digamos que si rotulan en catalán la ciudadanía lo agradecerá, y esto también los irá bien para su negocio», explica la regidora. Gracias a la mediación, el consistorio ha conseguido que el catalán esté presente en estos comercios y negocios, sin perjuicio que se anuncien en otras lenguas. Son casos que se han detectado desde el mismo consistorio o bien a través de avisos que los han hecho llegar los gerundenses.
Un recordatorio digital de la normativa
En paralelo, el Ayuntamiento de Girona también envía correos electrónicos a todos aquellos negocios que quieren establecerse en la ciudad, recordándolos que tienen que cumplir la Ley de Política Lingüística y poniendo a su disposición los recursos con que cuenta el CNL. De media, la regidora recuerda que, cada dos meses en Girona se abren entre 50 y 60 negocios nuevos (un listado que incluye todas las tipologías, desde tiendas y servicios a pie de calle hasta oficinas y despachos profesionales en pisos).