El Instituto Catalán de Retina (ICR) ha pedido disculpas a Montserrat Forcada, la vecina de Molins de Rei que este verano denunció una discriminación lingüística que ella y su hija sufrieron el 2 de julio con un médico del centro. “Finalmente, el ICR me ha pedido perdón por el maltrato recibido en julio”, ha explicado a través de su cuenta de la red social X, donde añade que espera que el “dolor” que ha sufrido sirva para crear “conciencia, para fomentar el aprendizaje del catalán y para que nunca más nadie sea maltratado por hablar la lengua del país”.
En conversación con El Món, Forcada ha detallado que las disculpas han llegado tras una negociación intensa entre el ICR y Plataforma per la Llengua, a quien delegó el caso. Aun así, según destaca ella misma, exigió que “quería unas disculpas escritas” porque, según constata, la primera respuesta que le dio el centro a través de una carta era que la situación de catalanofobia que denunció era “una percepción” suya y que el médico “había actuado según el protocolo que ellos tienen”. En estas negociaciones, según ha podido saber El Món, Plataforma per la Llengua y el ICR han pactado una serie de acciones que se darán a conocer muy pronto.
Finalmente, @ICRcat me ha pedido perdón por el maltrato recibido en julio. Espero que todo este dolor sirva para crear conciencia, para fomentar el aprendizaje del catalán y para que nunca más nadie sea maltratado por hablar la lengua del país. Gracias @llenguacat por las negociaciones
— Montserrat Forcada i Cot (@MontForcadaCot) October 4, 2025
Con todo, la afectada detalla que en la carta de disculpas también le trasladan que el médico “está recibiendo clases de catalán”, pero ella no acaba de creérselo. En este sentido, también revela que en la carta, que de momento no quiere hacer pública por respeto a la entidad que preside Òscar Escuder, también piden disculpas “en nombre del médico”. “No he querido poner que se había disculpado el médico porque considero que todo esto es una pantomima porque yo la pedí”, sentencia. Asimismo, destaca que la disculpa pública que ella reclamaba, y que finalmente han hecho, era “porque de alguna manera es el reconocimiento de que yo tenía razón, que mi hija y yo fuimos maltratadas claramente en un caso de discriminación lingüística”.
“Ningún médico nos atiende en catalán”
La disculpa se produce tras la mediación de Plataforma per la Llengua y que Montserrat Forcada denunciara los hechos a Salut. En el documento donde relató los hechos, y como ella misma explicó a este diario el pasado mes de julio, Forcada denunció que son pacientes del centro desde hace “muchos años” y que desde hace unos años “ningún médico nos atiende en catalán”. Además, captó que hace un año tuvieron una revisión oftalmológica con el mismo médico que este año: “Durante la visita, nos pidió que le habláramos en castellano porque no entendía el catalán”, pero se negaron y se ofrecieron a “hablar más despacio o traducirle cualquier palabra que no comprendiera”. Al finalizar la revisión, les comentó que “hacía poco que había llegado a Barcelona y que, por ese motivo, desconocía nuestra lengua”. Entonces, ella le recomendó hacer un curso en catalán.

Un año después de esto, el pasado 2 de julio, les tocó el mismo médico y, según el relato que hizo la denunciante, “apenas entrar en la consulta nos dijo: ‘¡Son ustedes las del catalán! Pues les ruego que se quiten de mi agenda y que no se vuelvan a agendar conmigo para evitar situaciones desagradables. Me acojo al derecho de uso de la lengua común, así que no las voy a atender’”. Ella defendió su derecho de no cambiar de lengua, pero que en ningún momento exigía al doctor que cambiara la suya, pero “me interrumpió mientras hablaba, no me quiso escuchar (así se lo hice saber) y nos abrió la puerta para que saliéramos de la consulta”. “Nos echó” de la consulta, denunció entonces. Ahora, tres meses después de aquella situación, el centro se ha disculpado con la paciente y ha reconocido los hechos.