El catalán en el Congreso de los Diputados siempre ha estado objeto de debate. De hecho, todas las lenguas de los diferentes territorios del estado español, excepto el castellano, se ven marginadas en las instituciones. Este debate se volvió a abrir en la negociación para proclamar presidenta del Congreso a Francina Armengol, puesto que una de las condiciones de Junts y ERC para aprobar este nombramiento fue la certeza que se podría hablar en catalán, euskera y gallego en el Congreso. Ahora, después de que Meritxell Batet, antigua presidenta de la cámara negara que fuera posible el uso del catalán entre aquellas cuatro paredes, su predecesora asegura que se tienen que limar detalles técnicos, pero que «el congreso no impide tomar esta iniciativa».
En una entrevista en

Al ser preguntada por la certeza que en unos meses será más fácil hablar en catalán en el Congreso que en algunos ámbitos de Baleares y la Comunidad Valenciana por culpa de las propuestas que Vox plantea en los gobiernos del PP, ha dicho que espera que esto no pase: «Sería muy triste». Y, además, también ha añadido que se tiene que pedir «una reflexión serena» sobre el uso de las lenguas oficiales del territorio en el Congreso porque cree que son patrimonio del pueblo español, en sus palabras.
La renovación del Congreso, según Armengol
Armengol ha augurado que esta nueva legislatura será de «grandes avances», y ha afirmado textualmente que hará el posible para que el proceso de investidura discurra el más rápido posible. Al preguntársele sobre si es presidenta de la Cámara Baja para ayudar a destensar las relaciones del candidato del PSOE y presidente en funciones, Pedro Sánchez, con el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha respondido que «hace tiempo» que no habla con él, pero que colaboraron cuando ella era presidenta del gobierno Balear y él de Cataluña.