«Impotencia» y «absurdidad legal». Así define Jordi Riera lo que viven él y su familia después de que una casa de su propiedad haya sido ocupada en Girona. Tras comprar la propiedad hace unos años y dedicarse a reformarla, el 3 de enero de este 2025 se la ocuparon. Desde entonces viven una situación «surrealista» en la cual la policía les invitó a abandonar la casa porque había «indicios de que aquella era la residencia de los intrusos», explica Jordi en un hilo bastante largo publicado en la red X el 5 de enero. ¿Y cuál era la prueba? Pues que los ocupas mostraron a los agentes un vídeo durmiendo entre mantas y «cocinando» en una casa sin gas, agua ni luz, dice Jordi.

Jordi detalla que la situación les ha dejado «desprotegidos, solos e impotentes». «Ni las autoridades ni las instituciones han mostrado empatía alguna con nosotros. ¿Cómo es posible que una víctima de ocupación tenga menos apoyo que quienes se apropian ilegalmente de una propiedad?», se pregunta. Y añade: «La ilusión de construir un hogar para nuestra familia se ha convertido en desesperación. La ley es ridícula y absurda, priorizando los derechos de los ocupantes por encima de los propietarios. Todo esto es incomprensible». Jordi terminó dejando la casa. De no haberlo hecho, podría enfrentarse a una acusación de violación de domicilio e incluso ser detenido, añade.

Con teléfonos de alta gama

Según detalla en X, la casa ha sufrido destrozos. El hecho más escandaloso fue cuando apareció primero un hombre y luego dos más. Los tres individuos amenazaron a Jordi y a su padre. Este hecho llevó a Jordi a llamar a la Policía Municipal de Girona. Los agentes identificaron a los hombres. Según Jordi, «llevaban teléfonos de alta gama, y dos se identificaron con pasaportes marroquíes (sin NIE) y un tercero tenía NIE y trabajaba». Y uno de ellos tenía una causa penal pendiente, concreta Jordi.

En el hilo, Jordi subraya que ya ha presentado la denuncia pertinente en el juzgado de guardia de Girona. «Nos explicaron que no éramos los únicos: solo ese día, ya habían tramitado dos ocupaciones más. Pero, 24 horas después, el juzgado aún no había recibido el atestado policial», afirma el propietario del inmueble ocupado. Jordi da por hecho que de todo el proceso judicial no sacará nada. «Hemos descubierto que, en la mayoría de casos de ocupaciones, los acusados terminan absueltos, aunque devuelvan la propiedad a los legítimos propietarios. No solo eso: no podremos reclamar ningún daño, y tendremos que asumir íntegramente los costos legales del proceso», escribe.

«Desamparados»

Ahora, Jordi y su familia están pendientes de si el juez considera urgente el caso o no. «Nos sentimos totalmente desamparados ante un sistema que no parece dar soluciones a situaciones tan flagrantes», concluye.

La respuesta del alcalde de Girona

Esta misma tarde, el alcalde Lluc Salellas ha respondido a la familia Riera a través de la red X. «Queremos mostrar nuestro apoyo al derecho de cualquier familia a poder rehabilitar y entrar a vivir en su hogar sin dificultades. Desde el primer momento hemos estado en contacto con ellos y yo mismo he hablado hoy para poder ofrecerles el apoyo que sea necesario», dice el alcalde. Además, Salellas asegura que la Policía Municipal ya ha facilitado el atestado a los juzgados y se compromete, desde el gobierno municipal, a velar por garantizar que todos puedan ejercer sus derechos, «pero son necesarios cambios legislativos decididos en defensa de los pequeños propietarios para acabar con la indefensión que sufren ante casos como este«.

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