Las consellerías de Cultura y Educación han puesto en marcha el plan nacional del libro y la lectura para fomentar el hábito lector en catalán. El plan contiene 73 medidas para promover el hábito lector y mejorar los males indicadores que preocupan el ejecutivo catalán. Este plan, puesto en marcha hace un año y medio para combatir el bajo nivel de lectura en el país, se ha presentado este martes en una rueda de prensa en el Palau de la Generalitat. El plan es ambicioso: el objetivo es que el 2030 el 76% de la población lea libros como mínimo un golpe en el trimestre -actualmente, según el último estudio de Hábitos de lectura y compra de libros del ICEC, un 22% de la población no lee nunca-, que el 65% lo haga al menos una vez a la semana y que el 40% lo haga en catalán. El Gobierno busca poner la lectura “en el centro” y “estimular la demanda” y, para hacerlo, ha puesto el foco en las bibliotecas escolares, una de las medidas estrella de este plan que se ha elaborado conjuntamente entre Cultura y Educación con el asesoramiento de las universidades, servicios sociales, la CCMA y, incluso, Salud.
En la elaboración del plan han participado un total de 180 personas vinculadas al fomento de la lectura. Estos objetivos se conseguirán a partir del cumplimiento de 73 medidas que contarán con un presupuesto de 58 millones de euros hasta el 2026. El dinero saldrán de los presupuestos ya existentes a varios departamentos, organismos y entidades que trabajan por el hábito lector. Mayoritariamente, se hará cargo el Departamento de Cultura (23 millones), a pesar de que también destinarán recursos el Instituto Catalán de Empresas Culturales (16 millones), la Institución de las Letras Catalanas (10,5 millones) y el Departamento de Educación (5 millones).
La consejera de Cultura, Natàlia Garriga, ha asegurado que el catalán «es una preocupación por el Gobierno» y por eso se ha hecho un esfuerzo para potenciar la lectura y la lengua catalana en las escuelas. «Queremos más lectores, que sean más habituales y que sea en catalán», ha explicado Garriga. La consejera ha explicado que el plan tiene por objetivo hacer «un acompañamiento a lo largo de la vida», desde el nacimiento hasta la vejez. Esto se hará con el apoyo de varios sectores, como el de la salud, el de la comunicación y las escuelas. Por su parte, la consejera de Educación, Anna Simó, ha considerado que se trata de un «muy buen plan» construido a partir de la colaboración «por primera vez» entre los dos Departamentos. «Mientras en algunos territorios se debilita el catalán hasta el punto de encontrar peligrosas las revistas infantiles, aquí se hace una apuesta estratégica de país por la educación y por la lengua», ha reivindicado la consejera.

Impulsar las bibliotecas escolares para revertir el bajo nivel de comprensión lectora
Cultura y Educación coinciden en el diagnóstico de expertos lingüistas y apuntan que la carencia de bibliotecas escolares tiene que ver con el bajo nivel de comprensión lectora. Por eso, dentro del plan nacional del libro y la lectura se establecen medidas para revertir esta situación y situar la cifra de alumnado con bajo nivel de comprensión lectora por debajo del 10%. La meta de la consellería de Educación es mejorar la comprensión lectora en los próximos años a partir del aumento del número de bibliotecas escolares. La intención es que el 80% de los centros escolares cuenten con una biblioteca antes del 2030. Actualmente, la cifra es mucho más baja: solo el 56% de los centros cuentan con una biblioteca escolar. Para abordar esta problemática, el plan constará de un plan piloto con 50 centros escolares de los servicios territoriales del Maresme, Barcelona comarcas, Vallès oriental, Vallès occidental y Cataluña Central, 35 de los cuales públicos.
El plan tendrá una duración de dos años y los centros recibirán 2.000 euros anuales para enriquecer lo fundes bibliotecario, adquirir un software de gestión y una plataforma de lectura digital y acceder a formaciones. También se destinará un equipo de bibliotecarios en cada centro que harán un seguimiento y acompañamiento a los participantes del plan. Una segunda red de 200 centros que no tienen necesidades tan urgentes también recibirán recursos para fomentar el hábito lector desde la biblioteca escolar. Estos centros se encontrarán con los servicios territoriales cuatro veces para recibir un acompañamiento sobre los ámbitos que tienen que trabajar para mejorar la comprensión lectora y conocer casos de éxito otras escuelas.
La selección de estos centros se está realizando durante este mes de julio. La encargada de elegir estos centros para participar en el plan piloto es la inspección educativa y la selección se está realizando en base a las necesidades de reactivar la biblioteca escolar y los datos de comprensión lectora. El Gobierno se compromete a elegir los bibliotecarios y hacerlos formación antes de que acabe el año porque se puedan incorporar en enero en los centros. Su tarea será hacer apoyo intensivo y arrancar el plan piloto. Cada bibliotecario tendrá diez centros asignados, el que supone dos visitas en el mes. También se liberará los profesores dos horas semanales para que tengan cura de las bibliotecas. A banda, las actuaciones más urgentes serán la actualización de los espacios de la biblioteca, renovar los fondos, incrementar el número de préstamos y fomentar su uso entre los alumnos de todos los cursos. Para hacerlo el Departamento destinará 2.000 euros anuales en cada centro con el objetivo que sirvan para fomentar el gusto de lectura desde pequeños y revertir los males indicadores sobre la comprensión lectora en Cataluña, que se encuentra a la cola del estado español.
