La consejera de Educación, Esther Niubó, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de retirar el concierto educativo a 155 líneas escolares para el próximo curso, tal como lo ha afirmado este lunes por la mañana durante su comparecencia en la comisión de Educación del Parlamento. En detalle, la consejería plantea retirar el concierto a 101 grupos del segundo ciclo de educación infantil -es decir, la etapa de 3 a 6 años-, 44 en primaria y una decena en la secundaria obligatoria: «Es una primera propuesta de revisión de los conciertos. Esta revisión no es una medida excepcional, es una herramienta de gestión del sistema que está prevista legalmente y esta es solo la primera», ha señalado la titular de la cartera durante la comparecencia. Según detallan desde la consejería, los motivos para retirar estos conciertos son diversos, como no alcanzar la demanda necesaria o continuar segregando las aulas por sexo: «Seremos claros. No se renovará ningún concierto educativo a los centros que segreguen al alumnado por motivos de sexo. Es una línea roja para nosotros, y entendemos que para una amplia mayoría del país«, ha afirmado con firmeza la consejera.

Durante la comparecencia, la responsable del departamento de enseñanza ha recordado que «la planificación» del próximo curso debe ser «conjunta» entre la pública y la concertada, tal como fija la Ley de Educación de Cataluña (LEC) del año 2009, motivo por el cual hay que actuar con «responsabilidad». Estos conciertos educativos se otorgan cada seis años, pero se revisan dos veces cada año, antes y después de los procesos de matriculación. En este sentido, Niubó ha defendido la coeducación y la educación mixta y ha querido dejar claro que no renovarán los conciertos de centros que segregan: «No podemos ni queremos sostener con recursos públicos ningún proyecto que contradiga un principio democrático, un principio de igualdad tan fundamental», ha exclamado la titular de la cartera. En paralelo, la consejera también ha alertado que de cara a la renovación de los conciertos que se llevará a cabo a finales de 2026, aquellos centros concertados que históricamente han acumulado una oferta de grupos que no llenaban y han «distorsionado» la planificación ordenada del sistema educativo, verán peligrar su concierto educativo.

Este año, según los datos presentados por la consejera en sede parlamentaria, el próximo curso arrancará con la previsión de 1.252 alumnos menos en infantil 3 y 5.194 menos en primero de ESO, fruto de la caída demográfica que afecta a Cataluña. A pesar de estas previsiones a la baja, la consejera ha recordado que Educación prevé ofrecer el próximo curso 2.076 grupos de P3 en la escuela pública y 931 en la concertada, y 1.887 grupos públicos de 1º de ESO y 947 concertados, lo que evitaría el cierre de grupos en la escuela pública: «No cerramos grupos públicos y bajamos ratios de manera generalizada. Mantenemos así la oferta escolar pública, de proximidad y aseguramos mejores condiciones de atención educativa y de trabajo para los profesionales del sistema», ha defendido Esther Niubó ante los diputados de los grupos parlamentarios.

La consejera de Educación, Esther Niubó, en una imagen de archivo durante una sesión de control en la cámara catalana / Parlament de Catalunya

El Gobierno apuesta por una planificación «a largo plazo»

La consejera de Educación también ha querido dejar claro que, desde el ejecutivo catalán actual, apuestan por una planificación educativa «a medio y largo plazo», con un horizonte a cinco y diez años vista: «Hace semanas que trabajamos en un proyecto de planificación que no solo tenga en cuenta la coyuntura a corto plazo. Necesitamos dotar de estabilidad el sistema. Necesitamos una planificación de país, a medio y largo plazo, con un horizonte a 5-10 años, y que nos permita afrontar retos que ya tenemos ahora mismo, como la llegada de alumnado recién llegado o la baja natalidad», ha explicado la titular de la cartera.

En este sentido, Niubó ha apuntado que uno de los aspectos que hay que tener más en cuenta a la hora de planificar el curso para mantenerlo bien ajustado es «la movilidad» de los alumnos fuera del periodo de matrícula ordinaria -un aspecto que se conoce como matrícula viva. En detalle, la consejera ha detallado que durante el curso actual se han incorporado al sistema educativo 74.328 alumnos, lo que supone 11.000 estudiantes más que el curso pasado: «Si somos capaces de afrontar como país estos retos, estaremos preparados para encarar el futuro en las mejores condiciones. El cortoplacismo nos debilita y da lugar a los oportunismos; la planificación de mirada larga nos permitirá acordar, con todos los agentes implicados, un horizonte de garantías», ha expresado la titular de la cartera. Así pues, la consejería apuesta por planificar el sistema educativo con una mirada a largo plazo que permita abordar los retos de la escuela catalana.

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