El Departamento de Educación, dirigido por la consejera Anna Simó, ha anunciado este lunes que modificará el sistema para matricularse y acceder a Formaciones Profesionales (FP) de cara en el curso próximo para reducir el abandono escolar prematuro, es decir, evitar que personas dejen los estudios antes de tiempo. Mientras que hasta ahora las plazas se asignaban en función del «orden de petición», a partir del curso próximo las plazas de FP, tanto de grado mediano como de grado superior, se repartirán en función de las notas del alumnado. Según han explicado fuentes de la consejería esta misma mañana en un encuentro con periodistas, reformular el modelo de preinscripción y matriculación permite «simplificar» el proceso, cosa que permitirá reducir el número de vacantes durante el curso, es decir, combatir el abandono escolar.
Estas mismas fuentes han insistido que se trata de «un procedimiento ‘ad hoc’ para intentar garantizar que haya las menos vacantes» posibles durante el curso y ofrecer una oportunidad a todos los alumnos que se quedaban sin plaza porque no se los asignaba ninguno. Para llevar a cabo las asignaciones, la consejería asegura que el proceso «simplificado» consta de dos fases. Por un lado, durante la primera etapa se matricularán solo los alumnos a los cuales se ha asignado su primera petición de la hoja de preinscripción, y, por otro lado, durante la segunda fase se cubrirán las vacantes restantes con un «sistema de repesca«.

Hasta ahora, la nota servía para ordenar en la primera opción, pero en el caso de la segunda, pasaban por ante aquellos alumnos que habían pedido en primera opción aquellos estudios. Fuentes del departamento han explicado que, además de la nota, también hay otros criterios que se tienen en cuenta, como por ejemplo pedir estudios de la misma familia de aquello que has estudiado. Desde la consejería han querido dejar muy claro que los alumnos que se matriculen durante la segunda fase no perderán la plaza que se los ha asignado en primera instancia, pero que tienen la opción de no matricularse directamente para ver si pueden mejorar sus resultados y acceder en otro centro. Un funcionamiento muy similar al que se usa para acceder a la universidad hoy en día.
«Sistema de repesca» y equilibrio en las vías de acceso
Tal como estaba planteado el acceso al FP hasta ahora, los alumnos que no obtenían la plaza que querían o no habían obtenido ninguno pasaban a formar parte de una lista de espera y se asignaban las plazas vacantes que había en julio. Este procedimiento ya no se usará más, sino que se implementa el «sistema de repesca diferenciado». Se llevará a cabo del 12 al 16 de septiembre y estará abierto para los estudiantes que habían solicitado plaza, pero se habían quedado sin, y para los que no habían llegado a hacer la preinscripción de una FP, pero que finalmente consideran que es el camino educativo que tienen que seguir.
Con el nuevo modelo planteado por Educación, un 80% de las plazas disponibles en grado mediano están reservadas por alumnos provenientes de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de técnicos de FP básica -es decir, personas que ya provienen de una FP-, con prioridad para todos aquellos estudiantes que acabaron la secundaria obligatoria en los últimos tres años. El 15% estará destinado a las personas que hagan las pruebas de acceso al grado mediano, y el 5% restante al alumnado técnico o técnico superior de grado mediano. Teniendo en cuenta que el nuevo modelo propuesto por la consejería condiciona las asignaciones a los resultados académicos, los alumnos accederán al FP en función de la nota mediana de 3.º y 4.º de ESO o del resultado de las pruebas de acceso.

En cuanto a grado superior, el funcionamiento es el mismo que para acceder al grado mediano, pero con la repartición porcentual ligeramente modificada. Mientras que un 80% de las plazas de grado mediano estaban reservadas por alumnos de ESO y técnicos de FP básica, un 80% de las asignaciones de grado superior están destinadas a bachillerato y técnicos de FP. De este 80%, un 55% de las plazas están reservadas a alumnos provenientes de bachillerato, y un 45% de grado mediano. Las asignaciones se harán en función a la nota mediana de los estudios de los cuales provengan. Así pues, con la reformulación de la consejería, se incrementa el número de plazas reservadas para los alumnos provenientes de otras formaciones profesionales, tanto en el acceso de grado mediano como en el superior.