Los centros escolares catalanes han acogido 4.930 alumnos provenientes de Ucrania en un año. A pocos días del primer cumpleaños del estallido de la guerra, se han matriculado 2.240 alumnos a primaria, 1.449 a secundaria, 1.080 a infantil, 77 en FP, 56 a bachillerato, 19 en educación especial, ocho a artes plásticas y diseño y uno en un Itinerario Formativo Específico (IFE) (con cifras de enero). Por servicios territoriales, los de Girona han acogido 1.068 alumnos, los de Tarragona 864 y el Consorcio de Educación de Barcelona 788. La secretaria de Transformación Educativa del Departamento, Nuria Mora, ha destacado a la ACN el esfuerzo de la comunidad para conseguir una buena acogida de los escolares pero también de sus familias.

Por detrás de Girona, Tarragona y el Consorcio de Barcelona, hay el Maresme-Vallès Oriental, con 627 alumnos; Lleida (370), Vallès Occidental (350), Barcelona Comarcas (295), Comarcas Centrales (224), Baix Llobregat (221) y Tierras del Ebro (123).

Una aula de una escuela rural / EP
Una aula de una escuela rural / EP

Mora ha destacado el «gran esfuerzo de integración» que ha hecho la comunidad educativa en poco tiempo y ha insistido que esta integración ha ido más allá del carácter que se podría considerar estrictamente escolar. Ha apuntado que ha habido centros donde quizás han llegado uno o dos alumnos pero que hay otros donde la cifra ha estado mucho más importante.

Más de 380 docentes y más ayudas por comedor y transporte escolar

Para poder atender estos nuevos alumnos, Educación ha otorgado 382,33 dotaciones de docentes más, que equivale en un presupuesto de 1.702.815,46 euros. Además, se han habilitado siete integradores sociales (17.846,98 euros).

Por otro lado, se han dado ayudas de comedor y de transporte escolar por este alumnado. Según cifras de la consellería, se han otorgado 3.917 beques comedor, que equivalen a 708.988 euros; y 751 plazas de transporte escolar (148.528 euros).

Por último, también se ha proporcionado a estos niños y adolescentes los sistemas de conectividad y ordenadores portátiles que tenían sus compañeros de aula. Son unos 416 (11.502 euros).

Además, Mora ha añadido que se han puesto aulas de acogida en aquellos centros que no tenían o se han reforzado en aquellos dónde ha estado necesario.

El caso de las comarcas de Tarragona y Girona

Si se analizan las cifras se observa que las comarcas de Girona y las de Tarragona destacan por el número de alumnos acogidos. Mora lo atribuye al hecho que en estos territorios es donde Cruz Roja habilitó hoteles de acogida. En el caso de Girona pero se han dado las dos circunstancias de llegada: la de los hoteles y el hecho que ya había una comunidad ucraniana importante que ha hecho un llamamiento y una acogida a familiares y compatriotas. Uno de los ejemplos de esta situación es Lloret de Mar.

Movilidad por el territorio

Un año después del estallido de la guerra, la secretaria de Transformación Educativa explica que el goteo de llegada de nuevos alumnos es muy bajo, quizás cuatro alumnos en la semana. En cambio sí se observa mucha movilidad, puesto que las familias van encontrando oportunidades de trabajo y vida y se van instalando y «situando» en todo el país. Esto genera cambios en la matrícula.

Por otro lado, Educación ha detectado también que familias que quizás no matricularon sus hijos en un primer momento e intentaron seguir el itinerario formativo a distancia, finalmente han optado para matricularlos, a medida que la situación en su país de origen se fue complicando.

Cuando está a punto de cumplirse un año del estallido de la guerra, Mora destaca la buena acogida conseguida por parte de toda la comunidad educativa y afirma que estos alumnos forman ya parte del sistema educativo catalán.

Más noticias

Nuevo comentario

Comparte

Icona de pantalla completa