Este miércoles por la mañana el Tribunal Constitucional (TC) ha rechazado por primera vez la admisión a trámite de un recurso de amparo vinculado con la causa del Procés. La Sala de Vacaciones del alto tribunal, que está controlada por el bloque conservador, ha inadmitido un recurso de Carles Puigdemont y Toni Comín contra las órdenes nacionales de detención que pesan sobre ellos. La decisión del TC ha generado varias reacciones de sorpresa y enojo, y es que no se habían llegado a imaginar que actuaran es con la rapidez que lo ha hecho.
Uno de quienes ha reaccionado ha sido el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, que ha hecho una publicación a su cuenta de Twitter expresando su malestar: «El que no podemos decir es que el Constitucional no trabaja… Presentamos el recurso el día 31 de julio y ya está resuelto…», constata Boye. El abogado, pero, no se queda aquí y con cierta tirria espeta: «ni un ‘juicio rápido’ es tan rápido». Así pues, el que queda claro es que la sorpresa del abogado es por la velocidad con la cual se ha desestimado y no el hecho en sí. Hay que tener en cuenta, pero, que la decisión que ha aprendido este miércoles no tiene precedentes, puesto que hasta ahora todo el resto de recursos vinculados con la causa del Procés habían sido admitidos a trámite de manera automática y se debatían en el Pleno.
Estocada en plenas negociaciones
De hecho, es una idea que también ha expresado a través de Twitter el secretario general de Junts, Jordi Turull: «Todo en orden. Hace muchos años que el trabajo del TC es decorar jurídicamente una estrategia de Estado contra el independentismo. Y esta estrategia no cierra por vacaciones». Esta estocada del TC a Puigdemont y Comín llega en un contexto complicado, puesto que el PSOE y Juntos están en plenas negociaciones porque los de Turull apoyen a una posible investidura de Pedro Sánchez.