Nuevo golpe de la sección 21 de la Audiencia de Barcelona contra el juez instructor de la causa Volhov, Joaquín Aguirre, que estará oficialmente jubilado el próximo 15 de enero. En este caso, es un nuevo auto del pasado 13 de diciembre que ha sido notificado esta mañana a las partes, en las que revoca una resolución judicial clave del titular del juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. En concreto, anula la decisión del juez de no tramitar el incidente de recusación de Josep Lluís Alay, jefe de la oficina del presidente en el exilio Carles Puigdemont, y de Jordi Castells, investigados en la pieza separada 7 del macrosumario —ya archivado— de Volhov.

El auto de la Audiencia, de cinco páginas y al que ha tenido acceso El Món, carga contra la actuación del juez que maniobró para detener la recusación, sin atender a la ley procesal. «El magistrado no tenía competencia para dictar esta resolución», sentencian los magistrados de la Audiencia. Además, argumenta que el juez estaba “vetado para intervenir en la causa, incluso, para corregir errores” porque tenía “la absoluta prohibición” de poder decidir sobre la causa.

El Palau de Justícia seu del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) / Jordi Borràs
El Palau de Justícia sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) / Jordi Borràs

Un viacrucis judicial

Todo proviene de un recurso de reforma presentado contra un auto del juez del 22 de marzo de 2024. El juez lo desestimó aunque estaba en proceso de recusación por parte de los dos investigados. Por lo tanto, una vez aceptado a trámite el incidente, no podía resolver absolutamente nada sobre la causa, excepto medidas que se puedan considerar urgentes tal como prescribe el artículo 62 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Aun así, el juez decidió dictar varias resoluciones, entre ellas, la que desestimaba un recurso de Alay.

La defensa de la mano derecha de Puigdemont, Gonzalo Boye, registró un nuevo recurso, pero, en esta ocasión en la Audiencia, alegando que el comportamiento del juez no se ajustaba a la ley. Al recurso se añadió el ministerio fiscal. Ahora los magistrados han resuelto tumbar la resolución que desestimaba sus recursos y, de rebote, recordar que los jueces, como el de la Volhov, no pueden hacer lo que quieran.

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