El Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) está estudiando con su equipo jurídico la resolución del juzgado de Huesca que obliga a devolver los murales de Sixena en un plazo de siete meses y responderá en los 10 días hábiles que le ha dado la magistrada. Fuentes del MNAC han explicado a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que mantienen su voluntad de cumplir con la sentencia del Tribunal Supremo, pero han vuelto a advertir sobre las dificultades técnicas para retirar y trasladar los murales por el “riesgo” de daños que supone la operación. El museo avisó hace unos días de “la extrema fragilidad” de las pinturas murales y «los daños irreversibles que por esta razón pueden sufrir en las arduas y complicadas actuaciones necesarias para el cumplimiento voluntario (o forzoso) de la sentencia».
A pesar de las advertencias del museo, el juzgado de Huesca no ha dado ningún tipo de tregua. De nada han servido las peticiones y las opiniones de los expertos que piden prudencia y evaluación. El auto de la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Huesca da siete meses al MNAC para entregar las pinturas murales, pero ofrece al museo la posibilidad de presentar un calendario alternativo, en trámite de ejecución, porque entiende la «complejidad» de la operación y descarta imponer multas, por ahora, por no cumplir la condena de manera inmediata.
El plazo establecido de devolución, siete meses, responde al cronograma de plazos planteado por el gobierno de Aragón, para que el MNAC «cumpla en sus propios términos lo que establece el título ejecutivo«. En todo caso, la jueza señala que si el MNAC no se ve en condiciones de hacerlo en siete meses, propone que la institución presente un cronograma alternativo en el plazo de diez días. «No hay recurso, sin perjuicio de la oposición que pueda formular el ejecutado, dentro de los diez días siguientes a la notificación de este auto», indica la resolución.

Cerrar las salas
El auto de ejecución establece un decreto de medidas ejecutivas, que son un copiar y pegar de lo que quería el gobierno de Aragón. Así obliga que se «permita el acceso a los técnicos designados por el ejecutivo aragonés a las salas número 16 y 17 del MNAC durante el tiempo que se requiera y con todos los medios auxiliares que determinen como necesarios, con ambos espacios cerrados al público». La jueza también ha estimado que se incluirá el acceso a la documentación vinculada con las pinturas conservada en los archivos del MNAC, «para garantizar la recepción con todas las garantías de conservación y seguridad», indica.
Por tanto, el MNAC facilitará todos los datos sobre las condiciones medioambientales —temperatura y humedad relativa— de estas salas -16 y 17-ni de aquellas en las que los fragmentos han estado expuestos desde su ingreso en la institución. También obliga a hacer un «levantamiento fotogramétrico de las salas 16 y 17 con todos sus fragmentos expuestos». En este sentido, precisa que la sala 16 deberá vaciarse previamente de contenido expositivo, es decir, las vitrinas, así como el control de luminarias. Todo ello, según convenga en el momento de la actuación en el plazo más largo.
El abogado de Sixena propone una restauración in situ
El abogado del Ayuntamiento de Vilanova de Sixena, Jorge Español, ha pedido ir “paso a paso” en el proceso de entrega de los murales y no ha descartado hacer una restauración in situ de las pinturas antes de hacer su traslado. Español ha asegurado que ve difícil que el traslado se pueda hacer en el plazo de siete meses que propone el juzgado, ya que la restauración podría prolongarse uno o dos años y eso haría imposible fijar una fecha de retorno de los murales al Monasterio de Sixena. El abogado ha pedido confiar en los técnicos del MNAC, que “son los más competentes y los mejores del mundo”.