El calendario evidencia la razón política que habría detrás la causa del Tsunami Democrático. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel Garcia Castellón, ha dictado una diligencia en la cual admite que empezó a investigar al presidente catalán en el exilio, Carles Puigdemont, el 6 de noviembre de 2023. Es decir, solo tres días antes de formalizar el acuerdo de investidura entre el PSOE y Junts para mantener a Pedro Sánchez en la Moncloa a cambio de una ley de amnistía.
Por otro lado, el juez también reconoce que “no consta la existencia de ninguna comunicación, ni recibimiento, ni remesa, en el Parlamento Europeo”, como sería de esperar de una persona aforada y que necesita, para ser procesada, la aprobación del suplicatorio del Eurocámara. El juez también aprovecha la misma diligencia para anunciar la inadmisión del incidente de nulidad que se presentó por parte del jefe de la oficina del presidente Puigdemont, Josep Lluís Alay, también procesado en la causa, por la apertura de la instrucción de la causa por terrorismo a raíz de las protestas postsentencia convocadas por la plataforma Tsunami Democrático.

Confirmadas las acusaciones particulares
Así mismo, y en una nueva interlocutoria, García Castellón ha rechazado el recurso de una de las investigadas, el actual jefe de gabinete de la consejera de Educació, Anna Simó, contra la personación en la causa de dos agentes de policía. Dos efectivos del Cuerpo Nacional de Policía que supuestamente sufrieron heridas de gravedad en los incidentes ocurridos el 18 de octubre de 2019 en la plaza de Urquinaona y Via Laietana de Barcelona después de la sentencia del proceso.
En su recurso, al cual se había adherido el Ministerio Fiscal, la investigada Marta Molina alegaba que estos actos no eran imputables a Tsunami, sino a los CDR, y no se podían vincular a la causa en la que se personaron los agentes. El juez, en su escrito, señala que este argumento no puede servir para eximir de ninguna responsabilidad a Tsunami, como si la presencia de los unos desplazara totalmente la responsabilidad de los otros. De hecho, el magistrado asegura que Tsunami no fue un “invitado de piedra a las protestas”.