Acompañados de un himno y todo, una cincuentena de aragoneses se han manifestado este mediodía en las puertas del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) para exigir «el cumplimiento de la sentencia» y el «retorno inmediato» de las pinturas murales de Sixena. Una concentración convocada por la plataforma «Sijena, sí» (Sixena, sí) y que cuenta con el apoyo de partidos aragoneses y de diversas entidades sociales y supuestamente culturales de carácter abiertamente anticatalanista como «Lo Rat Penat» del País Valenciano o la Fundación Jaume III de Mallorca.
Entre los asistentes a la protesta el coordinador general de Aragón Existe, Valero Aguayos, y el portavoz parlamentario de Aragón-Teruel Existe, Tomás Guitarte. Pero ha llevado el liderazgo el portavoz de la plataforma Juan Yzuel, que no solo ha utilizado la forma imperativa «Deben sacar las pinturas» sino que, además, ha insinuado que el MNAC «que tiene mucho dinero» ha sobornado a los técnicos del ICCROM (International Centre for Study of Preservation and Restoration of Cultural Property), una entidad internacional que tiene como objetivo proteger el patrimonio cultural y artístico de los estados que la integran y que ha aportado un informe al juzgado de Huesca advirtiendo del riesgo de destrucción de las pinturas si se trasladan.
La convocatoria ha servido para presentar en sociedad el “Manifiesto de la Sociedad Aragonesa ante el MNAC” que acompaña una recogida de firmas para “pedir a la ciudadanía en general y otras entidades que suscriban y apoyen esta iniciativa”. El Manifiesto es un documento que básicamente carga contra el MNAC e intenta desmentir que el conflicto de Sixena sea una cuestión “política”. Un manifiesto que se ha leído a pesar del murmullo de fondo de los turistas y del saxo de un chico que animaba a los visitantes con melodías, muy bien interpretadas, de George Gershwin. Así han reprochado al MNAC una virtual «falta de colaboración con los técnicos aragoneses» que los mismos técnicos desmintieron desmentir. A pesar de asegurar que tienen miles de firmas, apenas la plataforma ha podido reunir cincuenta aragoneses a pesar de que se habían hecho camisetas técnicas expresamente para la jornada.

Pagar técnicos
Según ha afirmado Yzuel, hasta tres restauradores del MNAC en sede judicial manifestaron que se podían «mover las pinturas». «Ha habido diez años de juicios», añade y ahora, para la plataforma, es hora de que vuelvan las pinturas y se cumpla la sentencia. A preguntas de ElMon si defendía el retorno a pesar del peligro de destrucción, Yzuel ha contestado que «el riesgo de destrucción es algo que el MNAC podría haber presentado a los tribunales y no lo hizo». «Sus tres principales restauradores jefes dijeron ante la jueza que se podían mover», ha remarcado.
En esta línea, ha aducido que el MNAC como «que tiene dinero podría estar pagando tranquilamente a miles de profesores universitarios que vengan a decirme que no, como ya lo ha hecho previamente». «Pero al tribunal se dijo que sí y ahora es el momento de ejecutarla, no de estar sacándose unos informes de la manga que es lo que me reservaba para este momento, cuando me han quitado toda la razón porque las pinturas no son mías, son del pueblo de Aragón y creo que son de la humanidad», ha argumentado.
Ante esta acusación, se le ha preguntado si quería decir que el MNAC ha pagado a organizaciones internacionales para elaborar los informes, Yzuel ha aducido que «los reportajes e informes que ha pedido los ha pagado el MNAC y evidentemente se va a buscar, como yo haría también, un técnico que me diga que tengo la razón». «Yo sería tonto de gastar dinero para buscar un técnico que me diga lo contrario». «Eso es lo que decimos, que yo podría buscar un técnico, también nosotros podríamos buscar, solo que somos un pueblo de 400 habitantes que intentamos que nuestro patrimonio vuelva a donde fue concebido y donde se lucirá dentro de su espacio», ha concluido. A pesar de estas graves acusaciones, Yzuel ha declarado que su intención es que Sixena se convierta en un «espacio de fraternidad y de paz, que todos estos pleitos han convertido en conflictivo»