La militancia de Junts ha avalado con un 86,98% de votos la ruptura con el PSOE. Unos 6.300 afiliados estaban llamados a refrendar la decisión de la dirección del partido de Carles Puigdemont, que el pasado lunes aprobó por unanimidad romper relaciones con el partido socialista por los constantes incumplimientos de los acuerdos de Bruselas y de la gran mayoría de pactos a los que han llegado en los últimos dos años. La pregunta de la consulta era muy sencilla: “¿Estás de acuerdo con la propuesta de la dirección de dar por finalizado el acuerdo de investidura con el PSOE a raíz de sus incumplimientos?” Posteriormente, el Consejo Nacional de Junts refrendó la ruptura con un 93,36% de votos favorables y ahora la militancia también ha dado luz verde. De hecho, el partido ha optado por la fórmula de celebrar una consulta porque fueron las mismas bases las que también validaron, hace casi dos años, el pacto con los socialistas. En esta ocasión, la participación ha sido de un 66,29% de la militancia, y casi el 70% ha votado a favor, el 10,22% lo ha hecho en contra y el 2,80 en blanco.

La ruptura de relaciones con el PSOE, tal como han explicado varios dirigentes de Junts, implica que la mesa de negociación de Suiza queda suspendida indefinidamente y que el partido tampoco establecerá ningún tipo de negociación con los socialistas en el Congreso de los diputados. La dirección de Junts considera que han invertido “muchas horas” en negociar acuerdos con el PSOE que después nunca se han llegado a materializar, como la ley de amnistía, la oficialidad del catalán en la Unión Europea o el traspaso a la Generalitat de la gestión de las competencias en inmigración. La respuesta del gobierno español es que siempre ha cumplido su parte, pero que no se ha podido llegar más lejos porque siempre hay un último trámite que no depende de ellos.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha recordado en numerosas ocasiones que los incumplimientos del PSOE van mucho más allá de estas tres grandes carpetas, con las cuales el partido siempre ha mostrado cierta comprensión con la falta de avances a pesar de considerar que la Moncloa podría hacer mucho más. Turull ha denunciado que tampoco se han cumplido pactos mucho más simples, como la publicación de las balanzas fiscales, que el Ministerio de Hacienda retrasa sin motivo, o que el PSOE mantiene bloqueadas iniciativas del partido en el Congreso como la proposición de ley contra la multirreincidencia o la de las ocupaciones ilegales.

Los resultados de la consulta de Junts / Cedida

¿Qué consecuencias tiene la ruptura?

La propuesta, anunciada por Puigdemont el lunes, y aprobada al día siguiente por la ejecutiva nacional; implica suspender las reuniones mensuales que se celebraban en la mesa de Suiza, con un mediador internacional, y no establecer ningún tipo de negociación con los socialistas, tampoco en el Congreso, donde el sentido de su voto se conocerá en el momento de votar. En su intervención, Puigdemont advirtió que “podrán tener poltronas”, pero a partir de ahora “no podrán gobernar”. Asimismo, disipó dudas sobre un posible apoyo a una moción de censura instrumental contra Pedro Sánchez: “No estamos dispuestos a seguir ayudando a un gobierno que no ayuda a Cataluña. Ni este gobierno ni cualquier otro”.

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