La CUP se reunirá con el Gobierno de Salvador Illa el próximo jueves para abordar la negociación de los presupuestos de 2025. La diputada Laure Vega ha adelantado que pedirán “rigor” al ejecutivo catalán porque no quieren hacer el “paripé”. Los anticapitalistas eran el único grupo con el que el Departamento de Economía no había contactado para negociar las cuentas del próximo año y finalmente se encontrarán en un par de días.

Los anticapitalistas aseguran que siempre han estado abiertos al diálogo y que asistirán a la reunión para poner sobre la mesa cuestiones de máxima “urgencia” como la vivienda, la movilidad o la lengua. “Escucharemos, plantearemos que hay cuestiones urgentes que deben abordarse y ya veremos el resultado”, ha explicado Laure en una rueda de prensa desde el Parlamento. “No parece que haya mucha intención de abordar estas cuestiones”, ha añadido.

Non Casadevall, secretario general de la CUP / ACN-Gemma Sánchez Bonel

La CUP ha dejado muy claro que exigirán más contundencia en materia de vivienda, una de las prioridades del Gobierno del PSC en esta legislatura. “Cuando Salvador Illa dice que hablará con todos los sectores, ¿de qué sectores habla? ¿Del rentismo y los buitres que atentan contra un derecho fundamental?”, ha lanzado Vega. “Creemos que el alquiler no solo debe limitarse, sino que debe bajar drásticamente porque está empobreciendo a la mayoría de la población”.

Cataluña será “ingobernable” sin acceso a la vivienda

El secretario general de la CUP, Non Casadevall, ha advertido que Cataluña será “ingobernable” si no se garantiza un acceso a una vivienda digna. El dirigente cupaire considera que la manifestación del fin de semana organizada por el Sindicato de Inquilinas es un buen ejemplo. “Las demandas de los sindicatos, del movimiento por la vivienda, de la población, son de sentido común”, ha dicho el partido anticapitalista en un comunicado.

“Ahora bien, hacerlo o no es cuestión de valentía política: o se continúa permitiendo que los rentistas vivan a costa de los que trabajamos o se permite que la población tenga una vivienda digna asequible”. Casadevall ha definido la protesta de Barcelona como un “desbordamiento popular”.

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