Un total de 309 militantes de Esquerra Republicana, entre los cuales hay destacados cuadros de la formación, han firmado un manifiesto donde reclaman una «renovación general de la cúpula dirigente» con el objetivo que el partido adopte un modelo «más coral y colectivo, más transparente y con más participación de la base militante, de la estructura territorial y de los activos del municipalismo republicano». Por eso, el texto hace un llamamiento a diseñar «un proceso de renovación sobre los principios de la generosidad y la inclusividad» para el congreso que el partido celebrará el 30 de noviembre.
El documento, avanzado por Nació y al cual ha tenido acceso El Món, tiene el aval de miembros del actual Gobierno como la vicepresidenta, Laura Vilagrà; y los consejeros Roger Torrent, Ester Capella, David Mascort, Meritxell Serret, Manel Balcells y Sergi Sabrià. El texto también ha recibido el apoyo de varios diputados, senadores y cuadros territoriales actuales. Entre estos, hay Raquel Sans, Marta Vilalta, Laia Cañigueral, Teresa Jordà, Josep Mª Reniu, Sara Bailac, Pilar Vallugera e irene Aragonès, entre otras.
También lo firman ex dirigentes de la formación republicana como Joan Puigcercós, Xavier Vendrell, Ernest Benach, Alba Vergés, Marina Llansana, Joan Manuel Tresserras, Marta Cid, Oriol Amorós o Joan Ridao. Además, hay catorce de alcaldes de ERC como Marc Aloy, Carlos Brull, Marc Candela, Nil Papiol, Sandra Marco, Nuria Casanovas, Josep Casasses, Lluís Puig, Alba Pérez, Agustí Comas, Enric Forcada, Eloi Hernàndez, Jordi Parent, o Jordi Verdú. Entre los firmantes también hay el regidor de Esquerra en Barcelona, Jordi Castellana, y el teniente de alcalde a Girona, Quim Ayats, así como decenas de regidores y el exalcalde Pau Ricomà.

Este documento llega un mes después de la ejecutiva extraordinaria del partido que acabó con el anuncio del presidente del partido, Oriol Junqueras, de dimitir del cargo una vez pasadas las elecciones europeas, con la intención de volver a optar a la presidencia del partido, y de Marta Rovira, que anunció que dejaría de ser la número dos de la formación después del congreso extraordinario. Entonces, la todavía secretaría general del partido, que no firma el manifiesto, ya reclamó «nuevos liderazgos» para actualizar la «estrategia» de Esquerra en el camino hacia «la liberación nacional». «No queremos reproducir ni los liderazgos mesiánicos», sentenciaba su mensaje, que, como el texto de los militantes, pedía una «transición tranquila».
«Aire fresco» en Esquerra
El texto remarca que el ciclo electoral de este último año ha servido para certificar «el agotamiento de un ciclo y la necesidad imperiosa de abrir uno de nuevo y esperanzador». «El país ha cambiado», constatan, y consideran «imprescindible» hacer una «reflexión profunda» y «la entrada de aire fresco» en Esquerra Republicana. «El próximo Congreso Nacional del 30 de noviembre es una ventana de oportunidad para culminar esta revisión que Esquerra tiene la responsabilidad histórica de emprender para liderar el rearme estratégico del independentismo y el catalanismo soberanista republicano de base popular» y, en este sentido, piden imprimir al partido «una nueva manera de hacer política, moderna, atractiva, alrededor de los valores irrenunciables de la ética republicana, la política honesta, radicalmente transparente, limpia, democrática y participativa«.
Los militantes que apoyan en el texto consideramos que es «imperativo» repensar y modernizar el partido para fortalecerlo. «Una insoslayable transición interna tranquila tiene que ser la semilla para un nuevo impulso para esbozar un futuro inmediato ganador», destaca el texto, que pide «generosidad, apertura y voluntad inclusiva y no excluyente». «Con unidad interna y contando con el enorme capital político acumulado los últimos años», subraya. Así, también ve «urgente» poner en marcha «una renovación política que, a partir del testigo de las victorias ideológicas empujadas por Esquerra Republicana, conduzca a nuevos consensos sociales amplios para el ejercicio del derecho a la autodeterminación nacional». «Esquerra no puede dejar pasar la oportunidad de devenir la fuerza central del catalanismo republicano, referente de la izquierda nacional, capaz de construir mayorías sociales y de construir una incontestable hegemonía política independentista, republicana y de izquierdas», concluyen.