La maquinaria interna de Junts per Catalunya, como adelantó El Món, ya prepara el relevo de Toni Comín en el Parlamento Europeo, pero el eurodiputado no está dispuesto a facilitar las cosas y ha dejado claro en una entrevista en el programa Aquí Catalunya de la cadena Ser que no piensa renunciar a su escaño. «De ninguna manera», dijo cuando se le preguntó si pensaba renunciar al escaño para que Aleix Sarri ocupe el escaño que obtuvo la candidatura de Junts per Catalunya en las pasadas elecciones europeas del pasado 9 de junio. La situación, además, es complicada porque Comín aún no dispone oficialmente del acta de eurodiputado a consecuencia de los impedimentos que le ponen desde la Mesa del Europarlamento y la Junta Electoral española por no cumplir con trámites como prometer o jurar la Constitución desde el Estado español, imposibles de realizar por su condición de exiliado. «Sería un fraude democrático», sentencia sobre una posible renuncia a su escaño.
Comín considera que ceder su escaño a otro candidato de Junts «sería un fraude en términos democráticos» porque se hicieron unas primarias: «Me presenté y los militantes del partido, con una participación bastante buena, me eligieron a mí con una amplísima mayoría como cabeza de lista y después medio millón de ciudadanos de Cataluña me votaron». Preguntado por si no teme que el partido se lo pida como medida cautelar, el exconsejero no tiene ningún temor porque «en términos democráticos no tiene ninguna lógica, no tiene ningún fundamento». «Sería una petición que atentaría contra los principios de la democracia y no lo contemplo en ningún caso», y ha añadido que esta decisión no se contempla entre las medidas que puede tomar el partido en el caso de presunto acoso sexual. Esta situación, según él, tiene «más que ver con intentar ser respetuosos cuando se dan situaciones de estas». «No se da la circunstancia que obligaría a aplicar medidas cautelares, que no tienen nada que ver con reclamar el escaño», insiste.
Además, Comín ha defendido que su actuación durante la etapa como vicepresidente del Consell de la República ha sido «cien por cien pulcra», a pesar de que la auditoría que también avanzó este diario detectó irregularidades por “gastos no justificados”. «La auditoría ha tenido que hacer un aclaramiento oficial y público o queda claro que los gastos están amparados en un convenio público y escrito». Por otro lado, no ha querido responder a la denuncia que hizo públicamente José Miguel Arenas Beltrán, Valtònyc, compañero de exilio durante seis años; y se ha limitado a decir que está preparando la querella contra el rapero.

Comín relativiza el silencio de Puigdemont
Por otro lado, Toni Comín ha mostrado su respeto por el apoyo del exconsejero Lluís Puig a la candidatura del abogado Jordi Domingo. «No me ha decepcionado, lo respeto», se ha limitado a decir, y también ha relativizado la postura que ha adoptado Carles Puigdemont, que no ha dado apoyo en público ni ha hecho ningún pronunciamiento defendiendo la actuación del exconsejero en la entidad en el exilio. «Esto lo han hecho correr mucho desde el entorno de la candidatura de Domingo», ha dicho, y ha remarcado que el presidente en el exilio dijo «desde el principio dijo que se quería mantener en la más estricta imparcialidad». «No hay ningún apoyo del presidente a ningún candidato concreto», ha remarcado.
«Somos hermanos de exilio, hay una relación muy estrecha tanto en el ámbito político como en el ámbito personal, durante todos estos años, pero él es el presidente de Junts y eso implica una servidumbre», ha dicho en referencia al silencio de Puigdemont sobre la denuncia contra Comín. «Es normal que quien tiene una posición institucional no haga de juez», ha subrayado, porque el partido «desafortunadamente» tiene que defender los derechos de todos, el «mío a la presunción de inocencia y el trámite de la denuncia, que es falsa».