El candidato de la CUP por Barcelona a las elecciones del 23-J, Albert Botran, ha anunciado que después del fracaso electoral de su partido pasará a un “segundo plano”. Botran ha pedido una “refundación” del espacio político de los anticapitalistas, que se han quedado sin representación en el Congreso, y la llegada de nuevos liderazgos. “Pienso que a la unidad popular le hace falta un revulsivo, una refundación. Lo tiene que hacer un grupo de gente que sea valiente y hábil a partes iguales y que se cargue a las espaldas la responsabilidad de dirigir un proceso de repensar el espacio que puede durar años. Sí: hace falta dirección política”, ha dicho en un hilo de Twitter.

El exdiputado ha asegurado que la CUP continúa siendo un “espacio político esencial para el país” porque es “quien tiene más claro el vínculo entre la independencia y las condiciones materiales de vida”, pero tiene que encontrar su espacio en el contexto político actual. La CUP no llegó a 100.000 votos el 23-J y ha perdido casi 150.000 votos respecto a las elecciones estatales de 2019. La crisis de la CUP se enmarca en la crisis general del independentismo, que se ha dejado por el camino 700.000 votos y parece incapaz de recuperar la unidad de acción perdida después del 1-O.

Refundación del movimiento independentista

Botran también apuesta por una refundación general del movimiento independentista. “El independentismo también necesita repensarse”, explica el exdiputado. “Falta de credibilidad y de estrategia, viviendo todavía de inercias, convirtiendo en derrota lo que fue una victoria, no total pero sí muy importante, en 2017. Demasiado partidismo, pero a la vez demasiado poco debate”. El cupaire ha hecho mención especial al independentismo de izquierdas, que tiene que recomponer filas para afrontar los grandes retos de futuro. “No parece que el mundo vaya hacia un periodo de estabilidad, sino al contrario. Desde el punto de vista económico y ecológico son muchas las crisis abiertas o latentes”.

La CUP firmó un acuerdo de investidura con Pere Aragonès que, según los anticapitalistas, se ha incumplido prácticamente desde el día siguiente a la formación del gobierno catalán y es muy crítica con las políticas de ERC en la Generalitat. La ampliación del Prat, el Cuarto Cinturón o el Hard Rock son algunos de los proyectos que ERC aceptó incluir en el acuerdo de presupuestos con el PSC y que han llevado a la CUP a poner el grito en el cielo. “El independentismo de izquierdas tiene que saber leer este mundo en crisis y ser una de las alternativas democratizadoras”, concluye Botran.

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