Junts por Cataluña ha instado este miércoles al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a rectificar los pactos de Esquerra Republicana con el PSC a las diputaciones de Lleida y Tarragona. Lo ha explicitado el presidente del grupo parlamentario de los postconvergentes, Albert Batet, en una nueva muestra de la división del independentismo después de pactos de las dos formaciones en todo el país con los socialistas.

Batet recuerda la comparecencia de Aragonés
Batet ha recordado la comparecencia de Aragonés a la galería gótica del Palau de la Generalitat. «Usted dijo que nos teníamos que entender y de empezar un nuevo ciclo político», ha dicho Batet dirigiéndose al presidente, quién le ha pedido explicaciones por los pactos a las Diputaciones de Lleida y Tarragona con el PSC. Batet ha acusado el presidente que los republicanos «no son de fiar» y considera que Aragonés es un «presidente tutelado». «El pacto de las diputaciones es el auténtico acuerdo de claridad de sus prioridades», le ha espetado Batet, pidiendo al presidente que rectifique los pactos con el PSC. «Todavía estamos», ha dicho.
Trifulca independentista por los pactos con el PSC
Aragonés le ha recordado los pactos de Junts con el PSC a varios ayuntamientos y los últimos cuatro años a la Diputación de Barcelona. «Estamos trabajando en acuerdos en ayuntamientos muy importantes», ha dicho el presidente, quien opta para seguir trabajando para recoser el independentismo. Así mismo, el presidente ha argumentado que el llamamiento a la unidad iba dirigida a la lucha contra la extrema derecha para las elecciones españolas y ha asegurado que las decisiones de su Gobierno las toma él.
De hecho, los dos partidos protagonizaron este martes una trifulca en las redes sociales acusándose los unos a los otros de mentir. Junts aseguraba que en la reunión de Ginebra de la semana pasada propuso a los republicanos pactar el gobierno de las dos diputaciones y volverse las presidencias durante dos años. Las presidencias tenían que ser cruzadas, de tal manera que cuando Junts presidiera una de las diputaciones durante dos años, ERC presidiera el otro. Y viceversa. Así mismo, los republicanos desmentían el comunicado y aseguraban que esta propuesta pertenecía a ellos mismos y Junts se negó.