La ruptura de Junts con el PSOE de Pedro Sánchez, y el anuncio de la formación catalana sobre el voto en contra de todas las propuestas del ejecutivo de Sánchez, pone las propuestas del gobierno español entre la espada y la pared. El primer plebiscito será el próximo 13 de noviembre cuando Junts tenga la clave con su voto en el Congreso sobre la derogación del calendario del cierre de centrales nucleares, la congelación de las tasas aeroportuarias de Aena y la recuperación de las indemnizaciones por retraso y cancelaciones del AVE de Renfe, medidas que son enmiendas que el PP ha introducido en el Senado a la Ley de Movilidad Sostenible. Actualmente, el PP cuenta con el apoyo de los votos de Vox en estas enmiendas, por lo que el voto de Junts se convierte en un plebiscito para el gobierno español. Junts deberá decidir si da un balón de oxígeno a Sánchez o si vota a favor de las enmiendas del PP.
La derogación del calendario del cierre de centrales nucleares afecta directamente a Cataluña, ya que las centrales que aparecen en este calendario son las de Almaraz (Cáceres), Ascó (Tarragona) y Cofrentes (Valencia). Cabe destacar que el Congreso ya se posicionó en el mes de febrero y se votó una proposición no de ley, a favor de prorrogar la vida útil de las nucleares que salió adelante con los votos favorables de PP, Vox y UPN y la abstención de Esquerra Republicana y Junts.
Renfe, los retrasos y las tasas de Aena
Una de las enmiendas es la que pide que Renfe recupere las indemnizaciones por retrasos de 15 y 30 minutos en los AVE, unas indemnizaciones que la operadora ferroviaria suprimió para solo aplicar indemnizaciones en retrasos de 60 minutos. En dos ocasiones el Congreso ha votado a favor de recuperar las indemnizaciones con los votos favorables de PP, Vox, UPN, Junts, ERC, Podemos y BNG.

La última enmienda presentada por el PP y que Junts deberá decidir es la congelación de las tasas aeroportuarias que Aena cobra a las aerolíneas. Esta enmienda es una exigencia de Ryanair para seguir operando en los aeropuertos del Estado español y que el ministerio de Transportes ya ha rechazado en anteriores ocasiones. De hecho, Aena ha amenazado al gobierno español con revisar el plan de inversiones de la compañía en los próximos años si la congelación acabara haciéndose efectiva. En este caso, sin embargo, y al contrario que con las indemnizaciones de Renfe y la cuestión nuclear, el Congreso ya ha rechazado.

