El nuevo Gobierno encabezado por salvador Illa busca combatir los efectos de la sequía, o de las futuras sequías con varias acciones. La portavoz del gobierno, Sílvia Paneque ha asegurado que los acuerdos de gobierno a los cuales se han comprometido los socialistas son el inicio de un «nuevo camino para asegurar el recurso del agua en Cataluña». Según ha explicado Paneque es un «proyecto ambicioso de cambio de modelo de la gestión del agua».
Unos de los palos de pajar de estas medidas a las cuales se ha comprometido el ejecutivo socialista es la inversión en infraestructuras que permitan garantizar el agua en la población de Cataluña y ha alabado los gobiernos anteriores, de los cuales ha asegurado que el nuevo gobierno «recoge políticas e infraestructuras del pasado, gobiernos que han hecho un esfuerzo para tomar medidas contra la sequía, acelera otros que tenían tiempo de ejecución demasiado largo». Una de estas piedras angulares que ha puesto sobre la mesa la portavoz socialista ha sido la apuesta por las desalinizadoras. Desde el nuevo Gobierno de la Generalitat señalan que se tiene que invertir en infraestructuras ya establecidas cómo son la Planta de Tratamiento del Ter, que prevé ser rehabilitada o ampliar y mejorar la Planta de Tratamiento del Llobregat, desdoblar la arteria PTT-EDT II Tramo IV o acelerar la ejecución de las desalinizadoras de Tordera II, Foix y la flamante nueva desalinizadora que quiere construir el ejecutivo de Illa en la Costa Brava -Norte.
Estas ejecuciones buscan establecer una «seguridad hídrica» y dirigir Cataluña hacia un modelo de utilización del «recurso propio». Unas ejecuciones que viven con la mirada puesta el 2027, año en el cual el Gobierno espera que el 70% del consumo de agua se haga con recursos propios, asegurando hasta 245 hectómetros cúbicos anuales, según ha explicado Paneque.

Las nuevas infraestructuras y las mejoras a las existentes
Además de la tercera desalinizadora a la Costa Brava Norte, el Gobierno prevé construir dos Estaciones de Regeneración de Agua en Mataró y Figueres y ejecutar varias obras de mejor en el ámbito de la Muga. Una de las mejoras previstas es la de la Planta de Tratamiento del Ter, que costará 102 millones de euros y que busca dar un impulso a la potabilización del agua, puesto que junto con esta rehabilitación también se acelerarán las obras de mejora de la potabilizadora de Abrera y la ampliación del tratamiento de ósmosis inversa de la potabilizadora de Sant Joan Despí.
Uno de los otros aspectos en los cuales ha puesto énfasis Sílvia Paneque ha sido la intención de ofrecer un impulso al agua regenerada, puesto que desde el Gobierno de Salvador Illa prevén la ejecución de un conducto para poder trasladar el agua residual del ámbito del Besòs hacia la depuradora situada en El Prat de Llobregat; un traslado que permitiría que estas instalaciones de regeneración e impulsión funcionaran a máxima capacidad.
De hecho, el río Besòs ha sido uno de los grandes protagonistas de estos acuerdos de Gobierno. Paneque ha señalado que el futuro de la Estación de Regeneración de Agua del Besòs es que se ponga en funcionamiento en 2033, una infraestructura hídrica que permitiría «regenerar el agua en la misma cuenca del Besòs y dotar así de más recurso a las potabilizadoras de este ámbito».
La regeneración también es una de las grandes protagonistas de los acuerdos. El Gobierno avanza la construcción de los tratamientos de regeneración de la EDAR de Mataró y el de Figueres, una construcción que según el nuevo ejecutivo permitiría disponer de una mayor cantidad de agua de recarga para los acuíferos y un mayor recurso hídrico para los usos agrícolas. Una de las otras actuaciones que busca el Gobierno para combatir la sequía es la adaptación de los sistemas de saneamiento para la reutilización del agua y mejorar los sistemas de depuración.
Más allá de las grandes obras de mejora y nuevas construcciones para combatir la sequía, el Gobierno también dará «apoyo al mundo local» con las nuevas convocatorias de ayudas a los entes locales para la construcción de nuevos tratamientos de regeneración, cañerías de distribución e infraestructuras, actuaciones por las cuales se ha mostrado favorables a habilitar «las partidas presupuestarias y los recursos necesarios y suficientes para efectuar los gastos e inversiones indicadas».

Los objetivos del Gobierno
Todas estas obras de mejora, nuevas construcciones y aceleración de los procesos de construcción de infraestructuras tienen como objetivo que Cataluña pueda disfrutar de una ‘independencia hídrica’, pero también quieren que este aumento de la disponibilidad del agua vaya acompañado por un aumento del buen estado del medio hídrico gracias a la «construcción, rehabilitación o mejora de puntos de control, telemandos y contadores, intensificar las actividades de intervención administrativa de usos y vertidos, mejorar el control de la calidad del agua a los embalses de regulación de redes de abastecimiento, intensificación del control de la calidad del agua y solución de problemas en ríos y acuíferos, entre otros».
Uno de los otros objetivos del Gobierno de Salvador Illa es que haya una mejora global del ciclo del agua, un objetivo en el cual invertirán 3,2 millones de euros hasta el 2027. Esta inversión se hará en estudios para la protección de las aguas freáticas y de lluvia para evitar su contaminación con aguas residuales o estudiar un impulso de posibles modificaciones en materia de vivienda para garantizar el ahorro de agua y la reutilización de aguas grises.