Enrique Peña Nieto fue presidente de los Estados Unidos Mexicanos desde el 1 de diciembre de 2012 hasta el 20 noviembre de 2018. Su presidencia fue más que polémica y en los últimos años se ha visto enturbiada por el uso indiscriminado que bajo su mandato la administración mexicana hacía de Pegasus, el software espía. De hecho, la Fiscalía mexicana sospecha que se habrían llegado a espiar hasta 15.000 terminales. La curiosidad, pero, es que a pesar de la investigación de la inteligencia mexicana por el escándalo del espionaje, Peña Nieto consiguió la residencia especial en España gracias a la ley Montoro para captar capitales extranjeros, bautizada como la «visa de oro». En concreto, el expresidente mexicano que comandó un gobierno experto en Pegasus reside tranquilamente en España gracias a la compra de un inmueble por valor de 570.000 euros a Madrid. De hecho, en España y México son los dos únicos procesos judiciales contra Pegasus que han avanzado en el entorno occidental.
El ministerio le otorgó la residencia el octubre de 2020 por esta puerta de lujo. Una residencia que le fue renovada el octubre pasado hasta el próximo octubre de 2027. Ahora varios diputados del Congreso se preguntan la facilidad con que un dirigente extranjero se puede establecer en España a pesar de que a su país de origen, además de delitos de corrupción, está en el centro de los noticieros por el uso de Pegasus que hacía su administración. El uso de un software espía que curiosamente ha levantado polvareda al país que lo acoge por una vía extraordinaria. Las casualidades, a menudo, son sorprendentes. Incluso, cuando quien habría vendido l

Un segundo intento
La historia de la residencia de Peña Nieto en España se certificó gracias a una pregunta parlamentaria del diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, que la Moncloa contestó oficialmente el pasado 6 de septiembre. La respuesta, a la cual ha tenido acceso El Món, el gobierno español aseguraba «no tener constancia de ningún visado solicitado ni expedido a Peña Nieto». Ahora bien, a continuación aseguraba que, casualmente, Peña Nieto era «titular de una autorización de residencia como inversor obtenida al amparo de la ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización». De hecho, este fue un segundo intento, porque primero intentó una autorización de residencia por supuestos no previstos a la Ley de Extranjería y que finalmente fue rechazada por no cumplir los requisitos.
Esta ley fue creada por el ministro de Hacienda de Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro, que permitía «este tipo de autorización, entre otros a los titulares de bienes inmuebles en España con una inversión de valor igual o superior en medio millón de euros para cada solicitante que complexin con serie de requisitos que también contempla la norma. Según el ministerio de Justicia, en esta respuesta parlamentaria, Peña Nieto acreditó » la inversión de 570.000 euros, libro de cargas y gravámenes, en un local comercial ubicado a Madrid». Un local de 105 metros cuadrados. La respuesta afirma que «toda solicitud de autorización de residencia es valorada por las autoridades y se concede si se cumplen los requisitos legalmente y reglamentaria establecidos». Una relación evidente entre España y México con Pegasus por el medio, pero no la primera ni mucho menos.

Matian Caspy, el nexo hispano-mexicano?
La primera de las relaciones contrastada entre la historia de Pegasus entre México y España se sitúa al 31 de julio del 2014, cuando el entonces José Fuentes Gago, ninguno de gabinete del entonces Director Adjunto Operativo del Cuerpo Nacional de Policía, Eugenio Pino, y coordinador de la policía patriótica intentaron adquirir uno
Es decir, le enviaban documentos a través de sus mails corporativos y Lionel los leía una vez extraídos con un lápiz de memoria y después adjuntarlos en un borrador de otra cuenta de correo (ananas2014@gmail.com), sin enviarlos a nadie. Un sofisticado sistema de trabajo clandestino. Todo esto lo explica


Este cuenta tenía acceso Matian Caspy, que leía los documentos sin que constaran cómo enviados ni leídos, aixó es, un sistema de buzón muerto. Casualmente, Caspy, según la Unidad de Inteligencia Financiera mexicana, que depende de la fiscalía de México, fue el intermediario de la compra de Pegasus de NSO por parte del gobierno mexicano de Peña Nieto. Un mail del 25 de mayo del 2011, incorporado a la investigación mexicana, pose a cuerpo descubierto la trama en que Caspy participaba como intermediario de NSO.
Pino es quien hará negocios con Caspy a quienes le enviaba cartas en inglés para pedir demostraciones y una prueba de campo de diez días de la tecnología “Inter App Sistem” y de “Tactical pasive GSM System”. Unas pruebas que tenían que empezar el 11 de agosto del 2014. La especulación de que un Estado extranjero podría haber facilitado el espionaje con Pegasus a líderes soberanistas gana peso en esta conexión entre España y México que incluso, permite el establecimiento de un presidente mexicano investigado por el uso indiscriminado de Pegasus en su país a activistas, políticos y periodistas. La casualidad también ha querido que la policía patriótica negociara la compra de uno

