Gobierno y oposición españoles se adentran en el conflicto causado por los manifestantes contra el genocidio de Israel sobre Palestina en la Vuelta a España. La Moncloa y sus aliados en el Congreso reivindican las acciones de los movilizados en Madrid, que han obligado a cancelar la última etapa de la carrera ciclista; mientras que el Partido Popular pone en la mira a Pedro Sánchez, y le acusa de haber «permitido e inducido» las manifestaciones. Las acciones sociales, cabe recordar, servían para denunciar la presencia en la competición del equipo Israel-Premier Tech; y forma parte de un esfuerzo de boicot contra las marcas israelíes que participan en diversos eventos deportivos, culturales y de ocio. Según las cifras de las autoridades, hasta 100.000 personas se habrían reunido en las manifestaciones contra los ciclistas israelíes.
El ministro de Transformación Digital y exsecretario general del PSOE de Castilla y León, Óscar López, se ha posicionado claramente con los manifestantes propalestinos. En un mensaje en su cuenta de la red social X, López ha mostrado su pesar por los efectos sobre la carrera, pero «más lo siento por los cientos de miles de palestinos que son masacrados» por las Fuerzas de Defensa de Israel. También ha reservado alabanzas para las movilizaciones, que asegura que «hablan muy bien del pueblo de Madrid».
También la ministra de Sanidad, Mónica Garcia -exdiputada regional de Más Madrid-, ha asegurado que la capital española se ha convertido en un «faro mundial en la defensa de los derechos humanos». «Viva Palestina libre», ha declarado. Por su parte, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha celebrado «el ejemplo de dignidad» que, a su parecer, ha dado la ciudadanía madrileña. «La sociedad española no tolera que se normalice el genocidio en Gaza en eventos deportivos y culturales», ha remarcado Díaz.

Alianza Tel Aviv-Génova
Ante las celebraciones del gobierno español, el ejecutivo de ultraderecha de Benjamin Netanyahu ha pasado al ataque contra Sánchez y su gobierno, que consideran una «vergüenza para España». El ministro de Asuntos Exteriores del país, Gideon Saar, ha acusado a la Moncloa de lanzar «mensajes de incitación» contra las marcas israelíes. A esta línea discursiva se han sumado los principales dirigentes del Partido Popular. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha señalado al presidente del gobierno como «responsable directo» de las protestas. En su cuenta de X, Ayuso ha puesto a Sánchez en la mira «tanto si se detiene la carrera como si hay una sola agresión». Por su parte, el presidente de los conservadores, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado al presidente de «permitir e inducir» las protestas, y de «no garantizar la seguridad de las personas de la organización, corredores y periodistas».