Después de la concentración españolista a las puertas de la sede del PSOE a Madrid, en la calle Ferraz, de este pasado lunes que acabó con algunos disturbios contra la policía española, este martes al atardecer empieza una nueva tongada de manifestaciones. Miles de personas se han concentrado cerca de las 20 horas del anochecer para manifestarse contra la amnistía, pero han topado un contundente despliegue policial que ha evitado que los manifestados fueran más allá de las vallas colocadas por las autoridades para contener la convocatoria. A la concentración se han reunido varios jóvenes encapuchados cargados de banderas españolas y simbología franquista. De hecho, es la organización joven ‘Revuelta’, formada hace pocas semanas por la juventud afiliada al partido de extrema derecha Vox quien ha convocado la concentración. Según la delegación del gobierno en Madrid, la manifestación ha reunido más de 7.000 personas, más del doble de la cifra contabilizada la noche anterior.
Pocos minutos antes del inicio de la manifestación, entre gritos de «Pedro Sánchez, hijo de puta», ha aparecido Dani Esteve, el controvertido líder de la empresa de ultraderecha contra la ocupación Desokupa. También ha asistido la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, el diputado de Vox, Manuel Mariscal o la diputada Rocío de Mero. A primera línea de la congregación, y separados por vallas de la policía española, los manifestantes han mostrado una gran pancarta en la cual se podía leer «España no paga a traidores. Amnistía no» o «la Constitución destruye la nación» escrita en una bandera de España. En los primeros minutos de manifestación también se han podido sentir gritos de «¡Cono los moros no tenéis cojones!» o «¡Que te vote Txapote!». Como que los centenares de manifestantes han topado con un fuerte dispositivo policial que no los dejaba rodear la sede del partido socialista, su principal objetivo, han decidido cambiar la ruta y coger la calle Callao para dirigirse en el Congreso de los Diputados.
Primeras cargas policiales
Al llegar ante el Congreso, los centenares de personas que se han separado de la manifestación principal también han topado con un fuerte cordón policial. Ha estado en aquel momento que han decidido sentar ante la policía en señal de protesta, a pesar de que minutos después el líder de Desokupa ha desconvocado la concentración. Hacia las 21 horas de la noche, casi media hora después de que la escisión del Congreso vuelva hacia Ferraz, los gritos contra la policía española han aumentado. Algunos manifestantes han tirado objetos de vidrio, como botellas, y bengalas contra los agentes que conforman el cordón. En respuesta a la tensión, los agentes han disparado al aire para frenar a los manifestantes más exaltados, que han subido el tono contra la policía con el lanzamiento de papeleras y la crema de contenedores, y han empezado a cargar.

Momentos de tensión
A pesar de que de entrada no se han vivido disturbios como los de ayer noche ni se han producido detenciones, la tensión ha crecido rápidamente según ha relatado la corresponsal de TV3 en Madrid Eva Pelegrí, que en aquellos momentos se encontraba en el lugar de los hechos. Este mismo martes, el líder de Vox, Santiago Abascal, que ayer formó parte de la concentración a Ferraz, ha instado a los policías españoles a desobedecer las órdenes y no cargar contra los manifestantes. Para evitar daños graves en la sede socialista, el PSOE ha optado para cerrar las puertas del edificio desde el principio de la tarde.
El sindicato de policía defiende la actuación a Ferraz
El sindicato SPP, el principal representante de la policía española, ha defendido la actuación de los agentes durante las cargas de lunes: «No es tolerable romper el cordón policial», apuntan a través de un comunicado donde defienden que «como institución actúan del mismo modo independientemente de la ideología»: «Nuestra prioridad es el bienestar de los ciudadanos». El sindicato también ha lamentado las acciones de lunes que los llevaron a romper el cordón policial: «La actuación policial ha sido legítima», defienden desde la organización.