Las negociaciones de Junts y PSOE continúan encalladas y no parece que haya un desenlace próximo. Fuentes de las conversaciones han enfriado las expectativas que apuntaban a un acuerdo inminente. Los equipos negociadores continúan intercambiando documentos en Bruselas para “matizar” la ley de amnistía y reconocen que las discrepancias son a “nivel muy técnico”, explican a El Món fuentes de las conversaciones. Por eso evitan hablar “de horizontes temporales” para el pacto y prefieren alejarse del ruido de la imputación de Carles Puigdemont y Marta Rovira en el caso Tsunami Democrático, que la Audiencia Nacional quiere investigar como terrorismo a pesar de la oposición de la fiscalía.
Las mismas fuentes insisten que las negociaciones han continuado durante la noche de lunes y se han retomado a primera hora de este martes con la premisa que el único “límite” es el 27 de noviembre, cuando se acaba el plazo para evitar la repetición electoral si no hay pleno de investidura. El secretario de Organización del PSOE y persona de confianza de Pedro Sánchez, Santos Cerdán, está en Bruselas desde domingo para intentar desencallar las negociaciones. Las conversaciones se están llevando de manera telemática, pero ambas formaciones reconocen que hay un intercambio constante de documentos que elaboran y revisan sus servicios jurídicos.

La letra pequeña atrasa el acuerdo Juntos-PSOE
Las conversaciones avanzan con “lentitud” porque los equipos legales tienen que comprobar cada coma y cada preposición que se modifica y reconocen que el pacto podría estar cerrado si solo se tratara de una negociación política. Uno de los grandes escollos es la exposición de motivos de la ley, donde se incluye el alcance y la ensambladura constitucional de la norma, y que unos y otras quieren controlar para apuntalar la solidez jurídica del texto y, al mismo tiempo, asegurarse que se incluyen argumentos y posiciones políticas que después se puedan rentabilizar cuando se anuncie el acuerdo.
Los equipos negociadores aseguran que la redacción de la letra pequeña de la ley de amnistía es una tarea compleja que requiere mucha atención a los detalles, puesto que no pueden dejar vacíos legales que se puedan aprovechar para impugnar la ley o para dejar fuera casos de represión judicial contra el independentismo. La gran desavenencia entre los dos partidos son los casos de
La lentitud de las conversaciones también aleja la posibilidad de un pleno de investidura esta misma semana, tal como quería el PSOE. El acuerdo final se tiene que someter a consulta en las bases de Junts, mientras que ERC también ha advertido que querrá leer con lupa los cambios que se introduzcan en el texto que pactaron con el PSOE. Los republicanos tampoco quieren perder el control de un redactado que ya daban por bueno la semana pasada.