Las declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en que ha abierto la puerta a otorgar un tratamiento especial en Cataluña en materia de financiación autonómica, han desencadenado una guerra entre las filas del PSOE. Mientras el jefe del ejecutivo español voz «factible» la creación de una financiación singular -el gran requisito de ERC para apoyar a la investidura de Salvador Isla-, varias federaciones autonómicas socialistas han exhibido públicamente su rechazo a la propuesta. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha sido lo más crítico, aunque otras agrupaciones como las de Extremadura también han querido advertir en el Gobierno de Sánchez sobre esta cuestión. Las baronías del PSOE consideran que otorgar una financiación singular en el pueblo catalán es hacer una «concesión» al independentismo para mantener Pedro Sánchez al frente de la Moncloa, cosa que no consideran correcto.

Desde la federación extremeña se han mostrado muy contundentes en relación con esta propuesta -que sobrevuela las filas del socialismo, pero todavía no se ha concretado firmemente- y ha advertido a Sánchez que no permitirán «chantajes» por parte de «jefa otra comunidad autónoma» en el proceso de negociación del nuevo modelo de financiación autonómica. En este sentido, señalan que el PSOE de Extremadura «no puede permitir» que la negociación de la financiación autonómica «se utilice como moneda de cambio en las negociaciones que se emprendan en los territorios», al mismo tiempo que se opone al hecho que se «reediten experiencias ya superadas», como el pacto fiscal que se puso sobre la mesa durante el mandato de Mariano Rajoy. Una idea con que también coincide el gobierno socialista de Asturias, que defiende que «cualquier modificación futura del sistema de financiación pasa por una negociación multilateral con todas las Comunidades»: «Asturias no se ha movido de su planteamiento. Esto es, negociación multilateral para conseguir un nuevo sistema de financiación adecuada a las necesidades de cada territorio, donde se reconozca el coste real de los servicios», apuntan fuentes del ejecutivo en Europa Press.

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Andalucía también reclama un nuevo modelo de financiación

Ante el planteamiento de una financiación singular para Cataluña, el líder socialista de Andalucía, Juan Espadas, se ha apresurado a reclamar un modelo similar para su comunidad autónoma, puesto que considera que la financiación actual «es injusto» con el pueblo andaluz. Es por eso que considera que las «singularidades» de Andalucía se tienen que abordar del mismo modo que con Cataluña. Un pensamiento bastante similar al de las filas socialistas murcianas, que creen que la posición del gobierno español consiste a «impulsar una reforma del sistema para todas las comunidades autónomas del régimen común, que permita la excelencia en la calidad de los servicios públicos en todos los territorios».

Por su parte, desde el ejecutivo popular de Galicia insisten que la revisión del modelo de financiación autonómica se tiene que abordar en una negociación multilateral con todas las comunidades autónomas y el «máximo consenso posible»: «Galicia no quiere ser más que nadie, pero tampoco menos y volemos negociar en un régimen de igualdad, no que cada comunidad presente sus aportaciones, poniendo siempre por ante el bien común», sostienen fuentes del gobierno de Alfonso Rueda.

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