El nuevo ministro de Transportes, Óscar Puente, se estrena en el cargo con los sindicatos de Adif y Renfe en pie de guerra por el traspaso de Cercanías a la Generalitat. Después de hacerse público el acuerdo entre ERC y el PSOE, los sindicatos se mostraron muy críticos con el traspaso y convocaron cinco jornadas de huelga para impedir lo que consideran que es el primer paso para trocear la red ferroviaria española. El gobierno español ha intentado calmar a los comités de empresa y negocia a contrarreloj para desconvocar una huelga que considera “injustificada”.
Renfe ha tenido que cancelar 400 trenes en Cataluña por las cinco jornadas de huelga. La primera será este viernes 24 de noviembre y hay cuatro días más previstos: el jueves 30 de noviembre, y los días 1, 4 y 5 de diciembre, justo antes del puente. El Departamento de Territorio ha fijado unos servicios mínimos del 66% en las horas puntas (6.00-9.30 y 17.00-20.30) y del 33% para el resto del servicio los cinco días de protestas.

Transportes promete garantizar los derechos laborales
En una entrevista en TVE, Puente ha pedido “tranquilidad” a los trabajadores de Adif y Renfe porque el traspaso de Cercanías será largo y “complejo” y en todo momento sus derechos laborales serán “absolutamente respetados”. Puente ha lamentado que los sindicatos hayan convocado una huelga “sin que tan siquiera haya empezado la negociación para el traspaso”. El ministro de Transportes ha insistido que los sindicatos ferroviarios pueden estar “tranquilos” y ha reiterado que “formarán parte de las mesas de negociación” para concretar cómo se despliega el traspaso.
El pacto entre ERC y el PSOE prevé la creación de una empresa pública participada al 50% entre la Generalitat y el gobierno español, en la cual Cataluña tendrá el voto de calidad para decidir cuestiones del día a día, pero tendrá que consensuar las decisiones estratégicas con Madrid. El acuerdo también incluye el traspaso de estaciones, personal y financiación, así como de las vías. La Generalitat ha confirmado que en un primer momento se traspasará la gestión de las vías de las líneas R1, R2 y R3, que transcurren íntegramente por territorio catalán. El resto de tramos se tendrá que negociar caso por caso, pero el Ministerio de Transportes insiste en que no se transferirán “redes completas” porque la ley no lo permite. “Solo se pueden transferir las redes que son estrictamente intracomunitarias, pero no solo en Cataluña, se puede hacer en otras comunidades”.