Junts por Vilafranca afronta el reto de conseguir la alcaldía sin el que ha sido el alcalde de la capital del Alt Penedès durante los últimos 14 años, Pere Regull. Uno de los alcaldes más relevantes del espacio convergente en los últimos años deja la política activa para dar al que ha sido su segundo, Aureli Ruiz. Vilafranca del Penedès ha sido gobernada durante los últimos 12 años por Regull en pacto con el PSC, con pocas polémicas políticas.
El adiós de Regull, más allá del reto supone para Junts, también influye en las otras dos principales formaciones de la villa. ERC y PSC ven como una oportunidad esta nueva etapa. Los republicanos, porque quieren cambiar la dinámica de estos 12 años con un nuevo cambio de color a la alcaldía con su candidato, Pere Sàbat. En cambio, los socialistas ven ahora la oportunidad de superar Junts, partido con el cual hasta ahora quedaban en segundo término en los acuerdos de gobierno. El PSC repite alcaldable, Francisco Romero, que, de hecho, ya había sido alcalde villafranquino poco menos de un año y que fue destronado por una moción de censura impulsada por el mismo Regull.

Junts tiene una prueba de fuego a Vilafranca
Ruiz, en declaraciones en El Mundo, afirma que aspira a hacer crecer los 7 regidores de las últimas elecciones. Del mandato que se acaba, destaca que han sido unos años «marcados por la pandemia«. «Empezamos con unas ideas que no hemos podido llevar a cabo», explica el alcaldable de Junts, quienes apuesta para organizar el Ayuntamiento en un solo edificio y para mejorar en la eficiencia energética. Así mismo, tampoco voz claro el proyecto de macrobiblioteca que se había planteado y saca pecho del cubrición de la vía, pactado con Adif. Ruiz también explica cómo han aprobado un plan de movilidad y considera la vivienda el «gran reto del próximo mandato». «Este aspecto me preocupa mucho. Priorizaremos los recursos hacia aquí», explica el alcaldable de Junts.
Ruiz también quiere convertir la capital de la Alt Penedès en una ciudad universitaria a través de un campus de la Universitat Rovira i Virgili, que pretende ubicar junto a la zona deportiva. También remarca el proyecto de remodelación de la plaza Penedès: 2.000 nuevas plazas de aparcamiento, una nueva equipación deportiva para acoger grandes acontecimientos y conseguir que el Vinesum sea uno de los grandes museos de Europa. Ruiz, a pesar de ser independiente, voz Puigdemont como un «referente» y admite que le gusta la línea política de Xavier Trias. «Siempre he tenido una proximidad con este pragmatismo», asegura.
ERC busca acabar con la «sociovergència»
Esquerra Republicana busca acabar con los 12 años de «sociovergència». Lo hace con un nuevo alcaldable. El periodista Pere Sàbat, quien sustituye Mònica Hill, que murió de enfermedad ahora hace dos años. Los republicanos en las pasadas elecciones obtuvieron hasta 5 regidores, y consiguieron sobrepasar el PSC por más de 300 votos. Durante todo este mandato han hecho de jefes de la oposición y explica que en las últimas elecciones ofrecieron»» a Junts entrar a formar parte del gobierno municipal, pero «no quisieron». Sàbat se muestra crítico con el gobierno y considera que «este final de mandato se han intentado cerrar muchas cosas deprisa y deprisa». «Se ha hecho una gran apuesta por la vía pública, pero no hay un plan general. Parece que sean parches por barrios. Hace falta un mandato y una visión de 10 años y tenemos que hacer estrategias compartidas«, asegura el jefe de los republicanos, quienes apuesta por «acuerdos de ciudad» poniendo de ejemplo el apoyo de los republicanos en el plan de movilidad y al de vivienda.
Así mismo, Sàbat considera la vivienda como uno de los principales problemas de Vilafranca, y también quiere mitigar la percepción de inseguridad. Por eso apuesta por una «nueva comisaría de policía local» y un incremento del parque público de pisos de protección oficial. En cuanto a la movilidad, se refleja en Pontevedra, que se basa en un incremento de los carriles bici, la pacificación del centro y conectores entre diferentes barrios. «Somos una ciudad plana y esto nos permite poder ir a pie de un lugar al otro», explica Sàbat, quien cree que «se tiene que hacer compatible el vehículo privado con la pacificación».
También propone reformar la antigua bodega de Hace falta Berger para atraer empresas en un coworking denominado Vila-Lab. «Se trataría de un laboratorio social y de innovación para generar dinamismo empresarial, formativo y combatir la brecha digital», explica. También opta por una segunda biblioteca, así como transformar el antiguo hospital en una escuela de artes. Sàbat también quiere crear la concejalía de ámbito social para «luchar contra la soledad no querida», así como conseguir que un 25% de la energía pueda ser sostenible. «Se trata de una Vilafranca soberana con el incremento de calderas de biomasa, comunidades locales de energía y la creación de la oficina de energía municipal», explica.

El PSC busca hacer el ‘sorpasso’ en Junts
El PSC de Vilafranca busca recuperar el terreno perdido durante los últimos años y hacer el ‘sorpasso’ en el espacio convergente, tal como sucedió el 2007, cuando los socialistas empataron a 8 regidores con Junts, pero los superaron por unos 300 votos. De hecho, los socialistas habían gobernado durante 30 años el Ayuntamiento de Vilafranca antes de la moción de censura de Regull el 2009. Primero, con Fèlix Sogas; después, con Joan Aguado; seguidamente, Marcel Esteve; y, finalmente, Francisco Romero. Precisamente Romero, que fue alcalde durante poco más de un año por la renuncia de Esteve por las críticas de la oposición. Fue el último alcalde socialista en la capital de la Alt Penedès. Ahora, su objetivo es volver a conseguir esta alcaldía, a pesar de quedar tercero en las últimas elecciones con 5 regidores.
En declaraciones en El Mundo, Romero saca pecho de haber aprobado durante este mandato el plan de vivienda y el de movilidad sin ningún voto en contra. «Nos ha situado como la segunda ciudad de la demarcación de Barcelona en inversión pública por habitante con un 40% de subvención», explica el líder socialista villafranquino. Así mismo, también opta para incrementar la policía. Romero también detecta la problemática del incremento del comercio electrónico. «Hay una tendencia general al comercio local vs el mundo en línea. Tenemos que hacer más ayudas al alquiler para los comerciantes de proximidad e intentar rehabilitar los espacios de planta baja», propone el socialista. Así mismo, se enorgullece de haber salido adelante una promoción de 40 viviendas y otra de 12 para la gente mayor. «Nuestro objetivo es duplicar estas cifras», dice la exalcalde, actual teniente de alcalde en funciones y candidato, quien también quiere rehabilitar el antiguo hospital para reubicar la escuela de música.
Así mismo, también opta para «trasladar la escuela de enfermería junto al hospital para transformarlo en un campus universitario para el mundo de la salud», así como rehabilitar una nave en la calle Comercio para reubicar un servicio de biblioteca y sala de estudio. Además, los socialistas también optan para recuperar la policía de barrio de día y por la noche, así como utilizar la figura del Jordi Junyent (número 7 a la lista) para que haga de puente entre el Ayuntamiento y las asociaciones de vecinos.
Posibles pactos
Malgrat que las tres formaciones exponen que los gustaría gobernar en solitario, el más probable es que la aritmética del consistorio villafranquino obligue a pactar. A pesar de que Junts y PSC valoran positivamente los últimos años de gobierno, jefe de ellos valla la puerta a pactar con ERC. «Nos sentimos muy cómodos con los pactos con el PSC, pero ahora el escenario cambia porque cambian muchas personas«, afirma Ruiz, quienes cree que ahora ERC tiene la oportunidad de adoptar una posición más próxima a «alargar la mano«. Romero, por su parte, asegura que los gustaría «priorizar» los acuerdos municipales en una «nueva etapa», a pesar de admitir que los acuerdos entre el espacio convergente y los socialistas los ha permitido «estabilitat en momentos difíciles». «Ha sido un acuerdo positivo», asegura. El republicano Pere Sàbat, en cambio, apuesta por un «cambio», y opta para «pactar con todo el mundo«. «Hay que compartir una estrategia de ciudad de Junts hasta la CUP. Trucaremos a todo el mundo», apuesta el republicano.
Parla la ciudadanía
Después de 12 años de gobiernos del espacio convergente y socialistas, la ciudadanía valora el mandato de Pere Regull con cierto «agotamiento». Un ejemplo es Carme Pallerola, quien considera que uno de los principales problemas de la villa es la seguridad y las tiendas que cierran. «Como que solo hay este (Pere Regull), solo conozco este. Unos prometen una cosa y los otros otra», asegura Carme, quienes cree que habría de haber más cambios de color en el ayuntamiento. Así mismo, considera que la cuestión nacional tendría que influir en las elecciones municipales, a pesar de que «ya nadie hable». Además, opina que la movilidad es «horrorosa», por las obras y por la carencia de aparcamientos. Dice que no sabe quién votará.

Por su parte, la Cèlia Lecegui, propietaria de una relojería, considera que el principal problema de Vilafranca es la «poca afluencia de gente» de los otros pueblos. «Durante toda la vida la ciudadanía de los pueblos del alrededor había venido a comprar aquí. Ahora cada vez la gente marcha más porque tiene muchos problemas como la de movilidad y el cierre de tiendas», explica Lecegui, quienes cree que la gente prefiere ir a Vilanova i la Geltrú. Además, asegura que los precios de los aparcamientos son «muy elevados». Aun así, valora positivamente la gestión del Pere Regull en cuanto al soterramiento de la vía del tren, a pesar de «la carencia de un plan estratégico para los comercios».
Así mismo, Cèlia afirma que la gente se queja mucho de la seguridad y dice que hay una carencia de agentes de Policía Local. «No vemos prácticamente nunca policías por la calle», asegura Cèlia. También le parece que los esfuerzos del Ayuntamiento están «demasiado puestos en el enoturisme» y que, en cambio, «no ha habido ningún cambio en los últimos cuatro años para los comerciantes», opina la comerciante.
Por todo ello, cree que habría «de haber un cambio en el Ayuntamiento». Así mismo, ha explicado que alguna vez ha votado Pere Regull y que le pondría una nota de un «7».

Una línea similar es la opinión de la Adrià Nicolas, de 29 años y científico en investigación básica de biotecnología, que cree que hay una «deficiencia» del transporte público. «Vilafranca está abierta hacia el norte y no tanto hacia el sur», explica Adrià, quien lamenta que haya tantas obras a la R4. Considera que en Regull «tiene carisma», pero afirma que «se mira más por la imagen y no tanto por las políticas sociales». También considera que hay un aumento de ataques contra «los colectivos discriminados» y se tendría que incentivar la educación en este aspecto. Así mismo, valora muy positivamente la nave para jóvenes que se ha hecho en el barrio del espirall.