La jefa de lista de Sumar – En común Podemos por Barcelona a las elecciones españolas del 23 de julio, Aina Vidal, se ha mostrado muy contundente con funcionamiento del Ministerio de Transportes durante el mandato de Raquel Sánchez. Es por este motivo que Vidal reclama que los comunes se hagan cargo de esta carpeta en un posible gobierno de izquierdas en España después de los comicios. La jefa de lista barcelonesa considera que su formación haría mucho mejor el trabajo al frente de este ministerio, puesto que cree que el liderazgo de Raquel Sánchez ha sido una «decepción». De hecho, preguntada por si la exalcaldesa barcelonesa Ada Colau sería una buena opción para ostentar este cargo, Vidal no lo ha negado, pero se ha limitado a decir que Colau tiene un compromiso como regidora y que si fuera el caso «lo tiene que decidir ella».
El principal motivo por el cual reclama este ministerio es para efectuar de manera «inminente» lo traspaso integral del servicio de Rodalies en la Generalitat. Se trata de un tema que Vidal considera que «la primera ministra de transportes catalana ha dejado de lado» para centrarse en otros proyectos equivocados, como por ejemplo «apostar claramente por el aeropuerto o el cuarto cinturón«. Todo y la dureza de sus afirmaciones, Vidal también ha aceptado que Sánchez ha estado quien más ha invertido para resolver los problemas que arrastra Rodalies, una inversión, pero, «que no es suficiente».
El conflicto del referéndum
Después de que la candidata de Sumar, Yolanda Díaz, afirmara firmemente ayer que un referéndum para decidir el futuro de Cataluña no formará parte de su programa electoral, la jefa de lista de los comunes por Barcelona ha asegurado que «han llevado siempre el referéndum al programa electoral». Teniendo en cuenta que todavía no se ha publicado definitivamente el programa electoral de la coalición Sumar – En común Podemos en Cataluña, Vidal garantiza que el referéndum sí que formará parte de su programa. Ahora bien, Vidal advierte que el hecho de hacer bandera de un referéndum no implica que sea una medida que llegue en un futuro inmediato: «Lo seguimos llevando en el programa electoral, pero no engañamos. Ya está bien de decirnos mentiras. Todo el mundo sabe que esto no pasará de aquí a 24 horas. Ponernos calendarios ficticios crea frustración», concluye.