Los Comunes han rebajado sus exigencias después de los malos resultados en las elecciones del 12-M. Si durante la campaña el Hard Rock se establecía como una línea roja a la hora de pactar -Albiach llegó a prometer que si entraban en el gobierno catalán no se haría-, este miércoles el líder de los Comunes, Jaume Asens, ha rebajado considerablemente su discurso. En una entrevista a SER Catalunya, Asens ha rechazado «hablar de líneas rojas» porque «no ayuda» en las negociaciones para formar un nuevo gobierno. «No se puede ir a las negociaciones con líneas rojas, pero sí con exigencias», ha asegurado antes de argumentar que «los programas no se pueden convertir en tablas de Moisés inamovibles». Ahora bien, ha advertido a los socialistas que «habrá que flexibilizar muchas de las cosas que está defendiendo».
Los malos resultados obtenidos por los Comunes en las elecciones gallegas, vascas y catalanas que se han ido sucediendo desde febrero han obligado a los Comunes a reducir sus exigencias en estos territorios. En Cataluña, para negociar la formación de un gobierno con el PSC, el claro ganador de las elecciones del 12-M, los Comunes han tenido que adaptar el discurso sobre el Hard Rock y la ampliación del aeropuerto del Prat sin cambiarlo radicalmente.

Una «oleada reaccionaria» agraviada por la división interna
Asens ha advertido que el último ciclo electoral muestra que el azulejo político se está moviendo hacia la derecha y que hay una «oleada reaccionaria». «Todos los partidos a la izquierda del PSC han tenido muy malos resultados», ha constatado. En este sentido, ha argumentado que a los Comunes los ha pasado factura las «divisiones internas» al partido. «La escisión de Podemos del grupo parlamentario penaliza», ha asegurado. Por eso ha pedido abrir un «proceso de reflexión y autocrítica» y «hablar de como rehacer el espacio y coser el que se ha roto».
En cuanto a la candidatura de Podemos a las elecciones europeas que encabeza Irene Montero, Asens ha dicho que se trata de una candidatura «hermana» con la cual intentarán «remar» y «encontrar los máximos espacios de consenso». «Tarde o temprano habrá que hablar de como rehacer el espacio y coser el que se ha roto», ha concluido.