El peso de los préstamos del Estado en la deuda de la Generalitat no ha dejado de aumentar desde que el gobierno de Mariano Rajoy puso en marcha el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) en 2012, todavía en plena crisis financiera. Según ha publicado la agencia ACN, el endeudamiento de la administración catalana se eleva hasta los 88.916 millones de euros, de los cuales más de 60.000 millones -cerca del 70%- provienen de este mecanismo. Cabe recordar que el FLA entra en vigor después de que el Estado prohibiera a los ejecutivos territoriales acceder a los mercados para endeudarse, como sustituto de los mecanismos privados. Así, en los 13 años que lleva vigente, la deuda generada por los préstamos del Estado a la Generalitat se ha multiplicado por 12, desde los poco más de 5.000 millones que pidió el entonces consejero de Economía, Andreu Mas-Colell. Cabe decir que el FLA no es el único mecanismo por el cual el Estado agrupa deuda catalana: el pasivo que parte del conjunto de mecanismos de financiación territorial españoles se eleva hasta los 77.052 millones, muy por encima del Fondo de Liquidez, según los datos recopilados por la agencia.
Lejos de las relaciones con el tesoro español, la Generalitat acumula poco más de 2.200 millones de euros en pasivo en forma de bonos y obligaciones, mientras que debe unos 2.215 millones a entidades financieras, de los cuales 1.170 millones tienen vencimientos a corto plazo. 883 millones adicionales salen de las cuentas del Banco Europeo de Inversiones, cifra similar a la prestada a largo plazo por el Instituto Catalán de Finanzas. Cabe decir que, según la información de la ACN, los préstamos mediante los mecanismos de financiación territorial del Estado son los que imponen unos tipos de interés más ligeros sobre el tesoro catalán, con un 1,44%, mientras que las condiciones del Banco Europeo de Inversiones superan el 3,4%. La media del precio del dinero prestado por las entidades financieras es del 3,8%, mientras que los 2.200 millones en bonos y obligaciones tendrían que devolverse con unos intereses añadidos del 4,43%. Los préstamos más caros, en este sentido, son los asumidos por el Instituto Catalán de Finanzas, que rondan el 5,2%. Del total, unos 19.778 millones de euros vencen en los próximos cinco años, antes de 2030; mientras que unos 62.400 millones adicionales vencerían durante la primera mitad de la próxima década, entre 2031 y 2036.
El conflicto por la condonación
La deuda de la Generalitat con el gobierno español ocupa un lugar central en el discurso político del país, especialmente desde el anuncio de condonación de más de 17.000 millones de euros de la deuda generada por el FLA, en el marco de un perdón financiero al conjunto de administraciones territoriales que supera los 83.252 millones de euros. El acuerdo, anunciado por el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya Oriol Junqueras, afecta a un 22% del endeudamiento generado por el Fondo de Liquidez Autonómico, un mecanismo que el mismo líder republicano considera «profundamente injusto». «No debería haber existido», criticaba en una reciente comparecencia. Por su parte, la ministra de Hacienda y vicepresidenta del gobierno español María Jesús Montero ha celebrado un movimiento que «permite a las comunidades autónomas reducir su ratio de deuda y sanear las cuentas públicas». Las arcas catalanas, cabe decir, serán las segundas más beneficiadas, por debajo de las andaluzas, que eliminarán cerca de 18.800 millones de euros; y por delante de las del País Valenciano, que verán condonados más de 11.200 millones, y de la Comunidad de Madrid, que eliminará de sus balances 8.644 millones en pasivo. Según informó la consejera de Economía y Finanzas del Gobierno de Salvador Illa, Alícia Romero, la quita supondrá un ahorro de 1.500 millones de euros para el tesoro catalán en concepto de intereses. Los siguientes pasos se abordarán en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera del próximo miércoles.