La militancia republicana ha avalado con 53,5% de los votos -3.397 ‘sí’- apoyar a la investidura del socialista Salvador Illa, cosa que abre un nuevo escenario en la gobernabilidad catalana. Las bases del partido han dicho que ‘sí’ a investir Isla, pero la mayoría no ha estado abrumadora: un 53,5% a favor, un 44,8%, es decir, 2.847 militantes, no. Para Rovira, esta diferencia demuestra un «sí vigilante», «exigente»: «El resultado es ajustado. La dirección lo entendemos como un sí vigilante. No es un sí absoluto. Es uno sí exigente, como lo es la militancia de ERC». De hecho, aprovechando las palabras con que califica la militancia, la secretaría general de ERC y recientemente vuelta del exilio, Marta Rovira, asegura que adoptará también esta posición «vigilando» hacia la formación socialista sobre el cumplimiento del acuerdo: «El pacto nos pone a la oposición [tal como ya dejó claro el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, después de los resultados del 12-M], y es desde allá desde donde mejor podemos controlar la implementación de este», argumenta la líder republicana, que ha ejercido como portavoz del partido durante la rueda de prensa posterior a la publicación de los resultados de la consulta interna.
Ahora, pues, con el ‘sí’ de las bases, la formación republicana tiene luz verde para apoyar a la candidatura de Illa. Hay que tener en cuenta, pero, que el consejo nacional de Juventud Republicana (JERC) tiene que decidir este lunes en una reunión extraordinaria si su diputada, Mar Besses, vota también a favor de Isla en la próxima investidura o rompe las directrices de voto del partido, cosa que cambiaría significativamente el porcentaje de apoyos del candidato socialista al hemiciclo. De hecho, a pesar de que no se ha dirigido directamente, la dirigente republicana sí que ha pedido al partido «respetar el resultado», independientemente de si «gusta más o menos». Con el ‘sí’ de las bases, los ojos también se ponen en un posible futuro: el retorno del presidente al exilio y candidato de Junts por Cataluña, Carles Puigdemont, y su posible detención. En este sentido, Rovira ha preferido andar sobre seguro y ha evitado dar detalles sobre si mantendrían el apoyo pactado con los socialistas a la candidatura de Isla en caso de que Puigdemont estuviera detenido durante el momento de la investidura, puesto que alega que es un escenario sobre el cual todavía «no han debatido»: «Habría que reunirnos para ver como actuamos», ha aseverado con prudencia.

Desconfianza con el PSC
Durante su intervención -y única del partido-, Rovira también se ha mostrado muy comprensiva con la parte de las bases que se ha mostrado más escéptica durante la semana, según asegura, hacia el pacto con los socialistas. «A una parte de la militancia le ha quitado el sueño el silencio del PSC [que todavía no se ha pronunciado sobre el acuerdo] y el PSOE [ejecutiva del cual dio su apoyo el día siguiente a presentar el preacuerdo]», ha apuntado la secretaría general republicana. De hecho, es por este motivo que Rovira se ha comprometido a garantizar el cumplimiento del pacto: «Este acuerdo se firmará para cumplirse», ha aseverado.
Según ha relatado Rovira, durante la semana la directiva de ERC, que ha sido la encargada de liderar las negociaciones con los socialistas, se ha ido reuniendo con las diversas asambleas territoriales del partido, las cuales ya demostraban durante la semana la polarización de opiniones interna hacia el acuerdo, que entre otros consigue una «financiación singular» por Cataluña. A banda, también incluye una Convención Nacional para la resolución del conflicto político, la regulación de los alquileres de temporada y la creación de la Autoridad Aeroportuaria de Cataluña. Algunos militantes, ha explicado, los preocupaba que el acuerdo fuera «utópico», puesto que se tratan cuestiones muy diferentes: desde el catalán hasta «la clave de caja» para recaudar la totalidad de los impuestos catalanes. De hecho, según ha argumentado, es precisamente estas «dudas» y «discrepancias» que se han ido limando y poniendo sobre la mesa en las asambleas y los debates internos las cuales han llevado a un 77% de la militancia a votar durante la consulta interna de este viernes, la cual se ha llevado a cabo tanto de manera telemática como presencial.

Sentir «orgullo» por ERC
En medio de una fuerte crisis interna que hace semanas que se arrastra por los carteles sobre el alzhéimer y la familia Maragall, la cual ha llevado al hasta ahora representando de los republicanos en Barcelona Ernest Maragall a desgarrar el carné, Marta Rovira ha defendido que «hay que sentirse orgulloso» de formar parte de ERC: «Nos tenemos que sentir orgullosos del partido que tenemos, porque a pesar de estar en un momento muy difícil [refiriéndose también a los males resultados del ciclo electoral que empezó con las municipales de 2023], lo hemos hecho», ha exclamado la secretaría general del partido. En este sentido, la dirigente republicana ha celebrado el «buen trabajo» de todas las ramas de la formación para llevar a cabo la consulta interna de este viernes, la cual considera la mejor manera de «cerrar» el periplo negociador. Así pues, con el ‘sí’ de las bases, la política catalana arranca una nueva etapa, tanto externa como interna, con la asamblea nacional del mes de noviembre como horizonte.