La decisión de la CUP sobre si investiría a Artur Mas como presidente de la Generalitat a raíz de las elecciones plebiscitarias del 27 de septiembre del 2015 inquietaba al gobierno español. Tanto es así que la cúpula de Interior y de la policía patriótica hizo un seguimiento al minuto, a través de cadenas de mensajes de Whatsapp, de la asamblea del 27 de diciembre del 2015, celebrada en Sabadell, de la cual surgió el famoso empate a 1.515 sobre si investir Mas o no investirlo. Fue en el marco de la Operación Cataluña y lo constatan los mensajes entre el entonces secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y el director adjunto operativo de la Policía Nacional (DAO), el comisario Eugenio Pino, a los cuales ha tenido acceso El Món.

Dos años después, el DAO relataba a Martínez que sus informantes sobre el mundo cupaire habían cambiado de cliente y habían decidido trabajar para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y dejar de lado a la policía patriótica. Pino y Martínez confesaron que a ellos no se lo habían consultado. Todo ello tiene momentos cómicos.

«¿Cuántas veces votan esta gente?»

Los mensajes se han incorporado a la macrocausa Tándem de la Audiencia Nacional, que investiga las actividades presuntamente privadas del comisario de inteligencia jubilado, José Manuel Villarejo. En esta relación aparecen las comunicaciones del 27 de diciembre de 2015. Era la segunda asamblea general extraordinaria de la CUP, después de la celebrada en Manresa (Bages), sobre las negociaciones de investidura en la legislatura durante la cual se tenía que llegar a declarar la independencia. A las cinco de la tarde y dieciséis minutos, Pino informa directamente a Martínez de la evolución de la asamblea. «En segunda votación tampoco han aprobado investir Mas», comunica Pino, que puntualiza que solo ha sido por treinta votos, pero que «se ha rechazado».

A las 17.28 horas, Pino le pasa los resultados exactos de la segunda votación y anuncia que los cupaires han empezado la tercera votación. «Gracias», responde Martínez, para añadir «¿Cuántas veces vota esta gente?». Pino responde de manera rápida y diligente: «4». «Joder, ¡qué gente!«, replica Martínez. No son ni las siete y media que Pino traslada a Martínez que la CUP dará los resultados oficiales a las 20.30 horas, en una rueda de prensa sin preguntas. Además, a partir de lunes habrá reuniones territoriales. Así mismo, el DAO escribe al número dos de Interior que «el dos de enero habrá una reunión del Consejo Político y del Grupo de Acción Parlamentaria para tomar una decisión… Increíble». Dos minutos después se oficializa el famoso empate. Martínez responde con dos emoticonos de susto. De hecho, es una información que no fue oficial hasta las 20.31 horas.

El día dos y tres continúan las comunicaciones que se alargarán hasta bien entrado enero. «Quieren presentar a Romeva», informa Pino. Una posibilidad que Martínez interpreta como que «llegará la independencia de Cataluña con un gobierno de Pedro Sánchez» y «un secretario de Estado de Interior de Podemos con rastas». Pino responde con contundencia: «Esto no lo verá nadie». Su argumento: «Lo que no puede ser, no puede ser y es imposible».

Parto de la cadena de whatsapps sobre la Asamblea de la CUP entre Pino y Martínez/Quico Sallés
Parte de la cadena de whatsapps sobre la Asamblea de la CUP entre Pino y Martínez/Quico Sallés
Parto de la respuesta de Martínez con emoticonos de susto diosa Pino cuando se enteran del empate/Quico Sallés
Parte de la respuesta de Martínez con emoticonos de susto diosa Pino cuando se enteran del empate/Quico Sallés

Los informantes, hacia el CNI

Entre los centenares de mensajes entre Pino y Martínez relativos a la CUP, también resalta una conversación de dos años después, justo antes del referéndum del Primero de octubre, cuando ya han dejado los cargos. Los mensajes empiezan a las séis de la tarde del 28 de septiembre. Pino explica a Martínez que la CUP quiere llevar la batalla a la calle. Le pasa un «manual que reparte la CUP», y Martínez le responde que es de los «Black Blocks». Le especifica que es un manual de «tácticas de guerrilla urbana».

Pino justifica la recepción de la información, pero recuerda que «los que nos lo explicaban están ahora con los del CNI». Es decir, que los informantes que tenía la policía sobre la CUP ahora prefieren pasar la información a los servicios de inteligencia. «Nuestros informantes lo explican ahora a los otros», insiste Pino. Martínez responde con un claro «Ah, ok». De todas maneras, los dos lamentan la descoordinación de Mossos, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía para afrontar el referéndum. «¿Tú crees que de la manera que lo llevábamos nos habría pasado igual? ¿Te preguntaron algo?», pide Pino. «A mí, absolutamente nada», asegura Martínez. «Así nos va», concluye Pino.

Parto de la cadena de whats donde lamentan que la información sobre la CUP ahora la pasan al CNI/Quico Sallés
Parte de la cadena de whats donde lamentan que la información sobre la CUP ahora la pasan al CNI/Quico Sallés
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