El exalcalde de Sabadell condenado por corrupción, Manuel Bustos, fue uno de los informadores de la policía patriótica para alimentar causas judiciales contra el soberanismo en el marco de la Operación Cataluña. Así se desprende de los audios y documentos incorporados a la macrocausa Tándem de la Audiencia Nacional, la que investiga los negocios privados del comisario de inteligencia ahora jubilado José Manuel Villarejo. Bustos accedió a la policía patriótica gracias a la relación que estableció con la exdetective de Método 3 Antonio Tamarit, alias
El primer encuentro se celebró el 3 de septiembre del 2014. Un encuentro que sirvió para ofrecer a Villarejo información sobre presuntos negocios relacionados con Convergència Democrática de Cataluña y todo tipo de chismes sobre varios actores de la política catalana: los problemas de oposición internar de Oriol Junqueras a ERC, cuestiones sobre la Diputación de Tarragona, sobre el grupo de construcciones OMSA, sobre las empresas de la familia Sumarroca y sobre Carme Forcadell.
Ahora bien, la reunión estuvo preparada con todo detalle en una comida entre Villarejo, el Mago y la mano derecha del comisario jubilado, Antonio Giménez Raso, que también había trabajado a Método 3. La relación con Tamarit ya se había tanteado, tal como avanzó El Món, sobre todo cuando la policía patriótica consiguió los informes confidenciales de la agencia que dirigía Francisco Marco. El encuentro entre el detective, Raso y Villarejo permite constatar que los colaboradores cobraban de los informadores a cambio de futura protección. Una reunión por saber cómo operaba una facción de la policía patriótica.


Todo muy bien preparado
El 28 de agosto del 2014, segundos se desprende de las agendas de Villarejo, Giménez Raso habla con el comisario proponiéndole que celebre una reunión con Manuel Bustos, que define como un “exalcalde del PSOE implicado en varias corrupciones”. La cita será el día 3. Ahora bien, unas horas antes, a mediodía, se encuentran los tres en una comida para preparar la reunión con Bustos. Según detalla Tamarit, ha contactado con Bustos a través de dos informadores. La tesis es que Bustos le ha ofrecido información sobre “el ex consejero Felip Puig» o «Puerto Tarragona”, «Ros Roca», «Jordi Jané» (entonces diputado de CiU), la empresa Copisa y la Diputación de Tarragona, e incluso del mayor del cuerpo de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, entre otros. Antes, pero, Giménez Raso,

El encuentro sirve a Tamarit para exponer los presuntos casos de corrupción o irregularidades de los partidos independentistas e incluso, de la oposición interna que supuestamente tiene Oriol Junqueras dentro del partido. Un resumen de una reunión que ha tenido este verano durante una cena, desde las ocho de la tarde hasta las cinco de la madrugada, con el mismo Bustos, después de que dos informadores habituales del detective lo hubieran contactado. Según explica Tamarit, Bustos le ha explicado que es «honesto», que «lo han jodido» y hace su «descargo». Así, propone dar información sobre los negocios sospechosos y poner «a los pies de los caballos a Felip Puig». «Sé cómo robaban al puerto de Tarragona», añade el detective que le ha explicado en Bustos. Y también expone la predisposición de acercamiento en los críticos de Junqueras.
Amigo de Rubalcaba
Tamarit continúa explicando que Bustos es muy amigo de José Zaragoza, entonces secretario de organización del PSC, y del todopoderoso Alfredo Pérez Rubalcaba, un dato que Villarejo recibe encantado porque, precisamente, fue cuando era ministro del Interior cuando lo ascendieron a comisario. Giménez Raso apunta las operaciones que Bustos ha podido hacer con obra pública. Tamarit comenta, riendo, que Bustos ha intentado enredarlo con algún detalle menor y destaca que el exalcalde sabadellense pide ayuda para arreglar su «imagen».
«Dividámonos el juego»
Villarejo, una vez escuchada Tamarit, prepara la estrategia para la reunión con Bustos por la tarde. El comisario los propone que le expliquen a Bustos, «para ponerlo en situación», que Villarejo ha sido el encargado de «la Operación contra los Pujol». Por otro lado, subraya que se le tiene que dejar claro a Bustos que no le cobrará nada para ayudarlo en sus líos judiciales o de imagen. En este sentido, propone ayudarlo si la información que da es buena, y los plantea que tanto Tamarit como Giménez Raso cobren a Bustos por haberle presentado a Villarejo. Por otro lado, Tamarit insiste que Bustos está «dispuesto a entrar en el juego». Incluso, Villarejo avanza que le propondrá que Rubalcaba le pida por él. En la conversación proponen, incluso, decidir si se dirigen como «Manuel» o como «alcalde».
La conversación continúa y Tamarit comenta que Bustos tiene contactos con grandes empresas y que «son empresas que necesitan servicios». Un tipo de prospección de mercado para futuras investigaciones. Por eso, Villarejo recomienda a todos «funcionar como un equipo» y sobre todo que no se piense que Tamarit es un «comisionista», sino que «son un grupo operativo y que todo el mundo aporta algo».
Acaban la comida y preparan con detalle como se tienen que encontrar con Bustos. Incluso, para evitar hacer enfadar los responsables de seguridad del hotel donde se tiene que celebrar el encuentro. Tamarit los comunica que se comprará una camisa. Preparan el operativo para recoger toda la información de Bustos, como lo tienen que saludar y como tiene que ser el protocolo. La reunión, según los diarios y agendas, es positiva. Villarejo hace un resumen en que apunta las fincas de ERC que tendrían un valor de 17 millones, las operaciones de CiU con Sumarroca, el montaje en Catalunya Caixa, los «pisos en Torredembarra de Jordi Janet [Jordi Jané], el Puerto de Tarragona, los problemas del hermano de Felip Puig, o nombres históricos de ERC como Jordi Portabella o un abogado de Incasol. Continuará.
