Las elecciones europeas son un terreno adobado para las formaciones extraparlamentarias. Con circunscripción única y 61 escaños en juego en el Estado, son muchos los espacios marginales que han conseguido colarse en el Eurocámara, algunos incluso como cimiento de un fuerte crecimiento electoral posterior. El 2014 lo hizo Podemos, que con Pablo Iglesias al frente pasó de los cuatro escaños en la UE además de 70 en el Congreso en solo dos años. Una década después, y en medio de una poco halagüeña oleada reaccionaria al continente, los partidos marginales que se acercan a la representación lo hacen desde la otra banda del espectro ideológico. La última encuesta del CIS para el 9-J, de hecho, abre las puertas de Estrasburgo a uno de los elementos más oscuros de la ultraderecha digital española: el agitador y experto en
Quien es, pero, este elemento? Ya histórico a los círculos digitales de la reacción española, Alvise empezó su vida política con la irrupción de UPyD, partido al cual se afilió. Con los años, y los escasos éxitos electorales de la formación de Rosa Díez, el creador de contenidos y
Participando activo de las marchas a la sede socialista de la calle Ferraz durante los últimos meses del 2023, Alvise se desmarcó por la derecha de Vox y su entorno, y llegó a encabezar una marcha de un millar de manifestantes hacia el Congreso de los Diputados de la mano de Daniel Esteve, líder de Desokupa. Su rol en la oposición de ultraderecha en el gobierno español, pero, ha estado especialmente determinante en las redes, así como a la muchedumbre de pseudomedios que se articulan alrededor de esta

Justo es decir que, a raíz de la presentación de Se Acabó la Fiesta –que adopta el formato de agrupación de electores porque, según él mismo, se agotó el tiempo para la constitución formal como partido–, ha empezado a recibir atención de medios más próximos al
Historia de las noticias falsas
Más allá de su militancia reaccionaria, la praxis de Alvise ha sido vinculada a la propagación de noticias falsas en redes. Muchas de ellas, de hecho, han acabado a los juzgados. El agitador tuvo que pagar 5.000 euros al exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena por una publicación a redes en la cual aseguraba, sin cimiento, que había recibido un respiradero a casa durante los peores momentos de la pandemia. Un juzgado madrileño lo obligó también a pagar 60.000 euros al exministro de Transportes José Luis Ábalos por intromisión ilegítima del derecho al honor por unas piadas cuestionando su salud mental, si bien ahora la justicia lo ha obligado a repetir el juicio. Por otro lado, se han pronunciado en su favor en juicios por intromisión al derecho al honor contra la periodista Ana Pastor; así como de injurias contra el actual ministro de Transportes, Óscar Puente, en ambas ocasiones amparado bajo la libertad de expresión. Ya superada la burbuja de las redes sociales, pero, Alvise aspira a denominarse legislador en la cámara europea. Su «comunidad de españoles libres» ya responde a Instagram, Telegram y X. Según los sondajes, también lo hará a las urnas, en clara contienda con Vox y el ala derecha del PP.