Limpiar antes de reconstruir. Esta parece la consigna que predica la candidatura liderada por Oriol Junqueras respecto a la polémica con la estructura B de ERC, que según el líder republicano habría orquestado la colocación de los carteles contra los hermanos Maragall. Así lo ha reafirmado este miércoles la jefa de filas de los republicanos en Barcelona y candidata de Junqueras a ocupar la secretaría general del partido, Elisenda Alamany, que en una entrevista en el programa Els Matins de TV3 ha señalado que esta especie de purga es necesaria para que la formación pueda volver a liderar el país con un «discurso nacional abierto».

«Es evidente que ha habido fallos éticos. Se tienen que depurar responsabilidades de las cosas que han pasado, de los carteles, que tendrán nombres y apellidos […] Como secretaria general querré llegar hasta el final porque, sin saber exactamente qué pasó, no podremos reparar», ha remarcado Alamany, que considera que todo ello fue una consecuencia de «no haber puesto los ámbitos formales para hacer la autocrítica necesaria». En su primera entrevista después de que Junqueras la presentara en un acto en el teatro La Passió de Olesa de Montserrat como su candidata para ocupar la secretaría general del partido, la regidora barcelonesa encuadrada en Militància Decidim considera que ERC necesita nuevos liderazgos que acompañen la figura del líder republicano y que permitan «abrirse mucho más al país», una tendencia contraria al rumbo que había tomado la formación en los últimos tiempos. «En estos años, durante los cuales Junqueras no ha tenido al 100% las riendas del partido, nos hemos cerrado», ha afirmado.

Rehacer puentes para ir más allá del independentismo

La jefa de filas de los republicanos en el Ayuntamiento de Barcelona ha apuntado que la intención de su candidatura si sale ganadora en este proceso interno que vive el partido es poder reconstruirlo con gente que está en otras listas rivales. «Nos tenemos que conjurar para volver a hacer que el independentismo llegue más allá y no se quede solo con los convencidos. Queremos volver a hacer grande el partido», ha insistido Alamany, que quiere tejer complicidades y rehacer puentes con sectores que -según defiende- les han dado la espalda en los últimos mandatos como los maestros o los empresarios.

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