El Hormiguero ha preparado muchísimos experimentos a lo largo de sus 19 años de historia. En la sección de ciencia que presenta Jorge Marron, lo hemos visto arriesgarse y también dejar a los televidentes con la boca abierta. Algunos de los ejemplos más vistosos? El del tornado de fuego, cuando crearon un remolino de llamas con una estructura circular con ventiladores. En este, debían crear una columna de aire en rotación y quemar el centro para obtener un vórtice de fuego naranja y perfecto. También fue muy visual el de la pasta viral para elefantes XXL, cuando provocaron una reacción con peróxido de hidrógeno, detergente y catalizador que creó una explosión de espuma que inundó medio plató de muchos colores.
Han construido una bobina de corriente casera, se ha hecho combustión de sustancias que creaban un fuego frío, se ha explotado harina con polvo suspendido… Pero no todo ha salido bien. El equipo pasa muchos días haciendo prueba tras prueba del experimento en cuestión para ver si realmente es factible que termine saliendo bien en directo, algo que suele pasar casi siempre. Ahora bien, también ha habido golpes de grandes fail en los que no ha terminado saliendo. Uno de ellos, casi acaba siendo un incidente que podría haber sido mortal si hacemos caso a la anécdota que ha sacado a la luz Pablo Motos.

Todos los detalles del gran susto que vivieron en El Hormiguero
En una de las primeras temporadas del programa de las hormigas, todo el equipo se asustó de verdad porque debían hacer un experimento con trozos de corcho blanco que terminaron volando por los aires. Pablo Motos y Marron podrían haber muerto por asfixia en directo, han dicho ahora, ya que la cosa no fue bien: “Casi morimos, literalmente”.
En aquella ocasión estaban presentando una sección en la que ofrecían una especie de guía de supervivencia en casos extremos. La idea era que dieran consejos a los televidentes para poder sobrevivir a una avalancha de nieve. El problema es que no fue bien y podrían haber muerto. Ambos entraron a una pecera que llenaron de miles de trocitos de este material que, a simple vista, podía parecer nieve. Sí que lo habían ensayado, pero con medio camión y no con uno entero.
“Lo estábamos pasando muy mal, la diversión había quedado atrás. Marron estaba vomitando y yo no sabía dónde estaba la salida… Ambos vimos nuestra vida pasar, la verdad”, ha reconocido ahora, unos cuantos años después. Y es que hubo un segundo en que se habrían mirado a los ojos con auténtico terror: “Ambos nos dijimos con la mirada que ya estaba, que era allí y que todo se terminaba”.

La sensación de ver que se estaban ahogando en directo fue realmente traumática y ambos habrían tenido alguna secuencia psicológica: “No nos lo dijimos en ese momento, pero es curioso porque ambos tuvimos pesadillas con el tema después”. Afortunadamente para ellos, pudieron salir de la pecera y todo quedó en un susto. Una historia que demuestra que, muchas veces, se les han ido de las manos las ideas de bombero que hay detrás de estos experimentos.

