Tamara Falcó continúa sin quedarse embarazada, unos problemas de fertilidad que la tendrían muy preocupada. La hija de Isabel Preysler se casó con Íñigo Onieva el verano de hace dos años, el mismo momento en el cual comenzaron a intentar tener un hijo de manera natural. La edad de ella (que cumplirá 44 años el próximo noviembre) y diversos factores no les estaban poniendo el camino fácil, así que optaron por someterse a un tratamiento de fertilidad en una clínica para ver si esto les ayudaba. A ella siempre la presiona, la prensa, sobre el momento en que ampliarán la familia. Han pasado muchos meses y continúan sin ninguna buena noticia, así que han decidido darse un descanso.

Esta situación siempre es complicada, especialmente si hace tanto tiempo que deseas tener un bebé y no puedes. Las revistas del corazón hablan mucho sobre el proceso que están viviendo, algo que ha vuelto a hacer la revista Semana. Desde aquí han contactado con la psicóloga Lara Ferreiro, que comenta cómo podría llegar a afectar este momento de pausa en el tratamiento a Tamara Falcó: «Posiblemente, la necesidad de hacer este descanso responda al hecho de que debe encontrar su paz interior. Si repasamos todas sus declaraciones sobre el tema, deducimos que está intentando convencerse a sí misma de que no pasará nada si no se queda embarazada«.

El hecho de ser tan religiosa también puede afectarla, ya que debe tener en mente la importante idea cristiana de la formación de la familia: «Estas creencias pueden generar mucho estrés, sobre todo en ella que no quiere recurrir a la fecundación in vitro porque no es compatible con esta fe». Tamara ha comentado que vive este tema «como una espada de Damocles permanente«. ¿Y cómo podría traducirse esto? En un «duelo eterno y crónico» si no llega a ser madre nunca: «Vivir con esta presión continua la puede destruir como mujer».

Males crítiques per al restaurant d'Iñigo Onieva, el marit de Tamara Falcó - Europa Press
Tamara Falcó e Íñigo Onieva intentan tener un hijo, pero no les está siendo fácil | Europa Press

Los problemas que podría tener Tamara Falcó si no consigue quedarse embarazada

Y es que las mujeres que se someten a tratamientos de fertilidad que acaban sin tener éxito pueden quedarse con una sensación de «frustración«, con «el duelo» de no conseguir la identidad deseada de ser madre y «miedo» a no cumplir las expectativas personales y sociales. En caso de tardar aún mucho más tiempo, la experta advierte que podría llegar a ser «horrible» para ella y también para el matrimonio.

Las pausas en medio de este tipo de tratamiento pueden ayudar a la futura madre, ya que son paréntesis necesarios para que recupere el bienestar emocional y alivie la presión interna: «Además, es una buena manera de evitar el deterioro de la calidad de vida y de la relación de pareja». Puede llegar a ser muy frustrante para ambos, es claro, lo que complica todo aún más. Y es que estadísticas a las que ha tenido acceso la psicóloga aseguran que el 60% de las parejas que fracasan en el intento de ser padres «acaban rompiendo» porque es muy común que la mujer que intenta quedarse embarazada en este proceso termine pensando que quizás se ha equivocado al escoger la pareja.

¿Su consejo como profesional? Que se acompañe de un psicólogo especializado a lo largo de este proceso para aprender a procesar las emociones y la frustración. La parte más importante es que ella termine dándose cuenta de que la maternidad no debe definir su felicidad: «Debe redefinir la maternidad como un deseo y no como una obligación».

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