Laura Escanes nunca se corta cuando concede una entrevista, hasta el punto de que la hemos llegado a escuchar hablar de su vida más íntima. En la última conversación que ha tenido en un pódcast, el de Luc Loren, se ha prestado a hablar sin tapujos sobre sexo y amor. Siempre genera mucha curiosidad que las famosas se sinceren en temas tan privados como estos, así que la idea ha gustado. Tendrá que pasar bastante tiempo hasta que la volvamos a ver hablar así, sin embargo, ya que ha avanzado que dejará de conceder entrevistas durante un tiempo: «He cancelado todas las entrevistas futuras porque necesito descansar y prefiero frenar un poco«.
Antes de que eso pase, sin embargo, hemos podido conocer detalles de su esfera más privada. En primer lugar, ha querido dejar claro que es una enamorada del amor porque es «el motor» de su vida: «Me encanta sentir intensamente el amor de pareja, pero también el amor propio y el amor por las amigas o los proyectos de trabajo. El amor mueve el mundo«, ha dicho. Ella ha sufrido desengaños que han sido muy públicos, lo cual no ha sido fácil: «He tenido momentos en los que no me he sentido nada querida cuando sentí que todo el mundo iba en mi contra, por ejemplo cuando dijimos con el Risto que nos estábamos separando».
En aquel momento, se escribieron muchísimos titulares al respecto, tenía paparazzi en la puerta de casa y lo veía todo desde una perspectiva negativa: «Fue horrible. Creo que la gente fue muy injusta conmigo y me señaló como la culpable porque era la mujer y tuve que cargar con todo ese peso y no fue justo. Ya tienes bastante dolor como para tener que vivir con ese dolor público también«.
Laura Escanes ha sentido que no la querían nada, por ejemplo: «He sentido la decepción de preguntarme si todo lo que habíamos vivido no había valido nada. Cuando esto pasa, duele muchísimo».

Laura Escanes se sincera sobre su visión del sexo
Laura ha confesado que, como muchas otras chicas, ella también ha relacionado el amor y el sexo muchas veces: «Sin quererlo, creía que debían ir de la mano. Si me acuesto contigo, siento que me debes algo más y no solo sexo. Muchas veces me había pasado y me estaba obligando, entre comillas, a tener un vínculo más afectivo de relación a largo plazo porque soy una romántica».
Todo esto cambió, o dejó de ser tan exagerado, cuando se separó: «En ese año y medio que estuve soltera, disfruté del sexo de una manera más libre y sin tener que atarme a la persona con la que había estado. Estaba muy centrada en mí y en el momento en que veía que la otra persona quería un poco más de vínculo, yo huía«.
Siempre ha disfrutado mucho del sexo, reconoce, sobre todo porque en una relación íntima se siente «en otra dimensión»: «Es un momento de tanto instinto, un momento tan salvaje, de mucha piel y sentir mucho». No todas las que ha tenido han sido placenteras, claro, y ha recordado una en particular que la ha marcado muy negativamente porque abusaron de ella cuando solo tenía 17 o 18 años: «No me di cuenta de que era un abuso sexual hasta muchos años después, gracias al testimonio de una amiga. No llegué a denunciarlo porque no sabía que lo había sido«.
«Ahora, cuando lo recuerdo, me veo a mí misma mirando al techo como si estuviera muerta. Fue horrible y me he culpado a mí misma muchas veces porque subí a aquella habitación de manera consensuada, pero en ese momento no sabía cómo escapar de allí ni cómo decir que no. Aún no puedo ver ninguna escena de esas de abuso o violaciones en las películas porque me traslada a aquel momento«, ha proseguido en un momento muy duro de la entrevista.

Sigue pensando que una relación debe ser monógama y, de hecho, ha confesado que nunca querría abrir la relación: «No, de ninguna manera». ¿Una línea roja que sí cruzaría? La de trabajar con alguna expareja: «Eso sí, depende del ex». Ahora mismo, se muestra muy enamorada y muy contenta aunque tenga una relación a distancia: «Tenemos una historia sana y fácil, me valida muchísimo y me encanta».
En un cuestionario rápido hacia el final, el presentador ha querido saber si es de esas pudorosas que nunca habla del tamaño del miembro de su pareja y ella ha reconocido que sí. No le gusta hablar de sexo, le da vergüenza, pero de la misma manera ha perdido el pudor al nudismo y practica topless en la playa aunque haya mucha gente delante.

