Andreu Buenafuente se ha sincerado frente a Roger Escapa en la entrevista en L’eclipsi de 3Cat. El humorista y presentador ha hablado de la paternidad, del amor y también de las adicciones sin cortarse mucho. ¿Uno de los titulares? Que no ha sido capaz de dejar de fumar y que duda que pueda llegar a hacerlo. Le encanta la pintura, el café y los cigarrillos: «Sé que debería dejar el tabaco y, ahora mismo, tengo una relación de amor-odio con él».
Asegura que logró dejar de fumar durante un año entero en el momento en que lo intentó con más seriedad. ¿Qué hándicap tiene? Que le gusta demasiado la sensación: «El problema es que fumar me gusta mucho. Sé que es incorrecto decirlo y conozco todos los problemas que conlleva, pero nunca he conseguido dejarlo porque me gusta bastante. El tabaco ha podido conmigo, es una adicción increíble que solo tiene como solución la erradicación total».

Más allá de esta adicción, Andreu Buenafuente también ha tocado otros temas espinosos. Por ejemplo, cuando recordó uno de sus peores momentos. ¿Cuál? Aquel que experimentó en 1999 cuando tocó fondo por culpa de la acumulación de mucho trabajo y todo el estrés que se derivó de ello: «Cuando la pasión por el trabajo se convierte en un problema, el cuerpo no lo puede digerir ni regular. Aquello fue muy complicado y me asusté mucho, ya que sentía que no podía más y me daba miedo todo«.
Él no podía parar por sí solo y tuvo que ser el cuerpo quien le dijera basta: «Lo superé como pude, poniéndome en manos de especialistas de la época. Era un estrés sostenido que me hizo explotar. Volví al trabajo, sí, pero me di cuenta de que todavía tenía restos del naufragio momentáneo que había sufrido y comencé a hacer terapia con un buen profesional«.
Andreu Buenafuente se sincera sobre el amor y la paternidad
Andreu Buenafuente tuvo varias relaciones, pero la más estable de su vida ha sido con Sílvia Abril. Se encontraron cuando ya eran mayores y más de una vez han pensado que hubiera sido mejor empezar antes, pero el humorista cree que esta historia llegó cuando tenía que llegar: «Después de bastante tiempo de relax sin especificar qué éramos, tomé la iniciativa y le pedí salir juntos oficialmente. También fui yo quien le pidió que nos casáramos, aunque era ella quien insistía desde hacía tiempo».
El presentador cree que, antes de eso, había ligado bastante gracias a su trabajo: «Inevitablemente, trabajar de esto te aporta una proyección pública que tú no controlas. Siempre tienes la sospecha de que no lo han hecho por mí, sino que se acercaron porque les hacía gracia estar con el de la televisión». Hacia sus ex dice que siente respeto y agradecimiento porque siente que le han enseñado cosas.
Él nunca había sentido muchas ganas de ser padre, pero todo cambió en un momento dado: «No era algo que persiguiera y tampoco lo tenía en mi horizonte, pero cuando llegó… es alucinante. Ahora pienso que si hubiera sabido que era así de potente, seguramente no habría tardado tanto y habría tenido otro hijo«, afirma. Llega a decir que la mejor noche de su vida fue la primera que pasó en casa con Sílvia y su hija Joana: «Esa noche fue de no dormir y de ver qué pasaba, supuso el inicio de una nueva vida en la que siempre ha tenido claro que tiene a alguien a quien cuidar porque estará ahí para siempre. Ahora Joana tiene 11 años y, de momento, no me da miedo la adolescencia».

Andreu Buenafuente aún ve lejos la jubilación, pero tiene claro que no será de los que muera sobre un escenario si lo puede evitar: «No me da miedo pasar de moda, pero sí que intento siempre ser contemporáneo porque no quiero que llegue el momento en que digan este señor ya está. Ahora mismo tengo 59 años y las antenas muy bien puestas, aún veo lejos el día en que me tenga que jubilar… pero lo haré«.