Juan Carlos de Borbón ha dejado en evidencia a su hijo y a toda la Casa Real… otra vez. El rey emérito español ha sorprendido y ha incumplido lo que había asegurado la familia real, que no saldría de Sanxenxo bajo ninguna circunstancia. El año pasado se habló muchísimo de su visita privada, por lo que tenían claro que, en esta ocasión, tendría que mantener un perfil más privado, no hablar con los periodistas y centrarse en salir a navegar. Él ha pasado de todo y se ha trasladado por sorpresa a Vitoria, una escapada que no debe de haber hecho gracia porque vuelve a poner de relieve la falta de comunicación entre padre e hijo.

¿Y qué hará allí? Los periodistas han captado su llegada al aeropuerto durante la tarde de este domingo, un viaje exprés que algunas fuentes creen que tiene que ver con su salud. Sería divertido pensar que había ido para reunirse con Iñaki Urdangarin, el ex de su hija Cristina. Las cosas no acabaron bien entre ellos, así que el gran titular bomba tendrá que esperar. Realmente, lo que se cree es que ha querido aprovechar la estancia en España para someterse a una revisión médica. Hay que recordar que su traumatólogo de confianza trabaja en una clínica privada de la zona, así que tendría sentido. Además, Vanitatis asegura que lo habrían visto acceder a una consulta médica y que habría pasado la noche en la clínica.

Esto hace saltar todas las alarmas, ya que el emérito podría estar enfermo o haber empeorado todavía más su movilidad. Sorprende, sin embargo, ya que estos días se le ha visto andar bastante bien y pudo bajar del avión prácticamente sin ayuda. ¿Qué hay detrás de esta visita, pues? Y si ya la tenía programa, ¿por qué no la habían comunicado?

Joan Carles de Borbó, estos días a Sanxenxo - Europa Press
Juan Carlos de Borbón, estos días en Sanxenxo | Europa Press

Viaje agridulce de Juan Carlos de Borbón

Este tenía que ser un retorno momentáneo a su país que debía de estar esperando con muchas ansias. Sin embargo, estos días en Galicia no han sido los mejores para el emérito. El tiempo no ha acompañado, ha llovido y esto ha impedido que pudiera salir con la regata como él querría. Los planes truncados, la familia presionando para que no hablara con nadie y que no se mostrara tan excesivamente contento y charlatán como en la última ocasión. Periodistas trasladados a Sanxenxo afirman que prácticamente no ha salido de la zona del club náutico, una discreción que ha tenido que hacerle sentir como un niño pequeño castigado. Ahora volverá a Abu Dabi con la cola entre las piernas, unos días agridulces que no habría disfrutado tanto como se esperaba.

Más noticias

Comentarios

  1. Icono del comentario de: Hay que desparasitar! a abril 25, 2023 | 08:50
    Hay que desparasitar! abril 25, 2023 | 08:50
    Nos están esquilmando…

Responder a Hay que desparasitar! Cancelar la respuesta

Comparte

Icona de pantalla completa