Los muertos a la Franja de Gaza ya se elevan a 1.200 después de los bombardeos israelíes de esta noche, según ha informado el ministerio de Sanidad de la zona. Así pues, después de que Hamas atacara a Israel de manera inesperada, el ejército del país ha contraatacado de manera contundente y se ha cobrado la vida de más de un millar de personas, entro ellas muchos civiles. Por otro lado, pero también se pueden llegar a cuantificar más de 1.000 víctimas, muertas a causa de los bombardeos y ataques de Hamas. En concreto, según datos de la ONU, ya hay 338.934 personas desplazadas en la Franja de Gaza.
Según ha confirmado el ministerio de Sanidad palestino este jueves, los heridos superan el 5.600 en los bombardeos. No es una cifra sorprendente al comprarla con la cantidad de soldados que ha enviado Israel a la zona. De hecho, el ejército israelí mantiene desplegados en la frontera con Gaza 300.000 personas, según el ministerio de Defensa israelí, para una operación terrestre contra la Franja. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha prometido que «todo miembro de Hamas es hombre muerto«. El problema, pero, es que no todas las muertes que se han producido hasta ahora han estado de revolucionarios o soldados, sino que esta guerra se está cobrando la vida de muchos civiles. El ministerio de Sanidad de Gaza ha indicado que al menos la mitad de los muertos son mujeres y niños, que representan también el 60% de los heridos.

Es por eso que el presidente palestino, Mahmud Abbas, se reunirá con el secretario de estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, este viernes y con el rey Abd-Al·lah de Jordania este mismo jueves, coincidiendo con el envío del primer avión de ayuda humanitaria con alimentos y medicina a la Franja de Gaza a través de Egipto.
El asedio en Gaza continúa
El viceministro de Sanidad de la Franja de Gaza, Yusef Abú al Rish, ha alertado que se han recuperado los cuerpos sin vida de una decena de personas después de un bombardeo perpetrado por las fuerzas israelíes contra Bardawil, tal como recoge un comunicado de la entidad palestina. Así, ha manifestado que Israel «no solo ha cortado la electricidad, sino que impide el suministro de combustible», por lo cual se encuentran ante una «inminente catástrofe humanitaria». En este sentido, ha denunciado que el corte del suministro de agua potable afecta ya a 600.000 personas y en «hospitales enteros».
«Las fuerzas de ocupación continúan cometiendo masacres contra la población, lo cual indica que hay un proceso de destrucción total de barrios residenciales enteros y que la ocupación cambia deliberadamente las características de la zona», ha indicado antes de matizar que «el cese del suministro eléctrico pose en peligro la sanidad» en la zona.